El Gobierno de España ha dado luz verde a una nueva deducción fiscal que beneficiará a miles de empleados con rentas bajas. La medida, recogida en la Ley 5/2025 y publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE), contempla una deducción de hasta 340 euros en el IRPF, que se aplicará directamente en la declaración de la renta correspondiente al ejercicio 2025.
La deducción está diseñada para aliviar la carga fiscal de los trabajadores con ingresos modestos. No se trata de una ayuda directa en la nómina mensual, sino de una reducción en la cuota del IRPF que se reflejará en la declaración de la renta que se presentará en 2026. La medida tiene carácter retroactivo desde el 1 de enero de 2025, aunque entró en vigor oficialmente en julio.
Requisitos para beneficiarse de la nueva deducción en nómina de 340 euros
Para acceder a esta deducción, los contribuyentes deben cumplir dos condiciones clave:
Directo
LOS40
LOS40
Rendimientos íntegros del trabajo inferiores a 18.276 euros anuales, cifra que coincide con el Salario Mínimo Interprofesional.
Rentas adicionales (como alquileres o intereses financieros) que no superen los 6.500 euros anuales.
La deducción máxima de 340 euros se aplicará a quienes ganen 16.576 euros o menos. A partir de esa cifra, el importe se reducirá progresivamente en 0,2 euros por cada euro que exceda hasta llegar al límite de 18.276 euros. Quienes superen ese umbral no podrán beneficiarse de la deducción.
¿Cómo se solicita la nueva deducción en nómina de 340 euros?
Una de las ventajas de esta medida es que no requiere solicitud ni trámites adicionales. La Agencia Tributaria incorporará automáticamente la deducción en el borrador de la declaración de la renta de 2025. No obstante, se recomienda revisar cuidadosamente el borrador para asegurarse de que se han incluido todas las deducciones aplicables.
¿Cuándo se verá reflejada?
Aunque la deducción tiene efectos desde enero de 2025, su impacto se notará en la campaña de la renta de 2026. Esto significa que los trabajadores que cumplan los requisitos verán una mejora en el resultado de su declaración, ya sea en forma de menor cantidad a pagar o mayor devolución.
La medida se enmarca en un conjunto de reformas fiscales impulsadas por el Ejecutivo para mejorar el poder adquisitivo de los asalariados en un contexto de inflación persistente. Según datos recientes, aunque el empleo ha mostrado signos de estabilidad, los salarios no han crecido al mismo ritmo que el coste de vida, lo que hace que este tipo de deducciones sean especialmente relevantes.