Tras poco más de un año de silencio musical, Taylor Swift vuelve a actualizar su perfil en las plataformas de streaming con su duodécimo trabajo de estudio: The Life of a Showgirl. La artista había decidido darse un respiro tras el huracán de exposición que supuso la gira The Eras Tour, así como los lanzamientos consecutivos de Midnights, The Tortured Poets Department y las múltiples regrabaciones de sus anteriores trabajos. Pero cuando se trata de Taylor, el tiempo es relativo y los breaks entre una y otra etapa, cortos.
Su nuevo álbum marca un punto de inflexión en su trayectoria reciente. En esta ocasión, esta ‘Miss Americana’ ha dejado a un lado la etapa creativa junto a Jack Antonoff para reencontrarse con Max Martin, el productor que ayudó a cimentar su estatus como estrella global gracias a discos icónicos como Red, 1989 y Reputation. Esto hacía pensar que abrazaría el pop más mainstream que marcó una de las épocas más recordadas de su discografía. The Life of a Showgirl no es exactamente lo mismo. Sin embargo, es muy, pero que muy disfrutable.
En LOS40 hemos escuchado el disco de principio a fin – las doce canciones que cuentan la vida de esta ‘Showgirl’ – y, tras mucho debate en la redacción, hemos elegido las tres piezas que más nos han atrapado de este lanzamiento. Cada periodista ha defendido sus favoritas. ¿Quieres saber cuáles son y comprobar si coinciden con tus preferidas?
No he encontrado un hit instantáneo en la primera escucha, pero hace mucho tiempo que Taylor Swift no necesita un éxito que sea eso de manera tan obvia. The Life of a Showgirl no es Folklore ni Evermore, tampoco juega en la misma liga que Midnights, aunque, de alguna manera, también se reconoce como un álbum de pop sofisticado, romántico y plagado de midtempos que van calando poco a poco. Hay cortes que pasan algo desapercibidos al principio, aunque sospecho que ganarán peso cuando vaya por la escucha número quince del álbum.
De momento, me quedo con la propia The Life of a Showgirl, un tema que esperaba más cercano al universo de Sabrina Carpenter y que, para mi sorpresa, toma otro rumbo. Un principio que suena a Hermosa casualidad de Sen Senra y Aitana y que después se queda en un temita muy cuqui, muy pop, muy de gritar en el coche con tu amiga con la que fantaseas una vida más interesante, de película. La vida de una Showgirl.
Confieso, sin embargo, que la que tengo en bucle es el single, The Fate of Ophelia. Esta suena como si Lana del Rey y Lorde hubieran hecho su propia colaboración, pero Taylor Swift se maneja divinamente en este sonido que va entre lo alternativo y el pop ‘made in Taylor’. Por no hablar de que va dedicada, sin sutilezas, a su futuro marido, Travis Kelce.
Mi Top 3 lo completa Cancelled. Porque Taylor Swift siempre tendrá todo mi dinero (y mis orejas) cuando decida incluir en una canción esas vibes de Reputation que conectan con la popstar a la que le gusta dejar las cosas claras. Mis bendiciones, Tay.
The Fate of Ophelia
The Life of a Showgirl
CANCELLED!
Alba Benito
Tras la primera escucha del disco, he encontrado tres canciones que no he podido evitar volver a reproducir de inmediato. Son las que más me han atrapado y necesitaba escucharlas otra vez. En orden son:
The Life of a Showgirl
Wish List
The Fate of Ophelia
1 - The Life of a Showgirl
Este tema se ha ganado mi primer puesto porque me sorprendió por completo, y eso siempre es algo bueno. Cuando leí que Taylor y Sabrina unían fuerzas para lanzar un tema titulado The Life of a Showgirl, imaginé un hit súper mainstream. Sin embargo, terminé rindiéndome ante la historia que cuenta la letra. Por eso ocupa mi top uno: han creado un relato que combina glamour, sacrificio y resiliencia, mostrando la cara oculta del espectáculo.
2 - Wish list
Cuando Swift se sumerge en el desamor, se convierte en una auténtica hitmaker. Pero personalmente, me quedo su versión enamorada. En Wish List, la artista juega con una metáfora ingeniosa sobre los lujos y caprichos que muchos desean —como yates, marcas exclusivas o viajes en helicóptero—, placeres que ella conoce bien. Aun así, deja claro que lo único que realmente quiere es el amor de él.
La canción tiene una melodía que a mí se me ha quedado en la cabeza desde la primera escucha y debo confesar que he gritado al escuchar ese guiñito al Real Madrid (para qué nos vamos a engañar…)
3 - The Fate of Ophelia
Taylor sabe muy bien lo que hace, mide cada paso de su carrera para llegar a la perfección y ha comenzado la carta de presentación de su nuevo álbum con un single que rompe con su sonido anterior. La artista ha elegido un tema con una melodía divertida, pero también con una letra muy profunda. Con los versos podemos intuir que por fin ha roto con la "profecía" de la que hablaba en The Tortured Poets Department y ha encontrado a alguien con quien compartir su amor y una vida estable.
Alberto Palao
Al escuchar y analizar (porque los discos de Taylor se investigan a través de los estudios de la Swiftología), tras varias reproducciones, y haciendo un balance entre música y letra (la importancia de las lyrics en sus canciones es de tener un A2 en esta metodología), hay tres canciones que me han llamado la atención.
Es cierto que Taylor Swift, en The Life Of a Showgirl ha vuelto al sonido de aquellos discos que la catapultaron a lo más alto del pop de la mano de Max Martin. Y se nota en las canciones. Pero estar tantos años con Jack Antanoff sacando su lado más indie y de cantautora le ha dejado mella. Y es en estas canciones, donde lo mejor de ambos mundos (como Hannah Montana) conviven, donde encuentro las mejores canciones.
Así, The Fate of Ophelia, la canción con la que arranca el disco, me parece perfecta para presentar el álbum. Nos da narrativa con la historia de cómo Travis Kelce la rescató de la locura de estar soltera comparándose con la propia Ofelia de Hamlet (que terminó muriendo de amor). Sí, es un poco Los Bridgerton. Pero Taylor se siente cómoda en este sitio. El sonido, además, es pegadizo, divertido y con una letra que no puedes quitarte de la cabeza.
Otro tema que me ha encantado, porque es la cotinuación natural de The Man, una de las canciones más reivindicativas de su carrera, es Father Figure: una canción donde la Tay nos vuelve a dejar claro (por si alguien todavía lo dudaba) que es ella quien manda en su carrera. Además, manda un mensajito a cierto mánager con el que empezó su carrera.
La tercera canción con la que me quedo es Honey. Quizá porque es la canción que más se aleja a todo lo que he escuchado de Taylor. Quizá porque su sonido, que tira de nostalgia, me recuerda a los Jackson Five. Una sorpresa que ya está en mi playlist.
The Fate Of Ophelia
Father Figure
Honey
Ana Escobar
En una primera escucha, yo me aventuraría a señalar que The Life of a Showgirl es como si Lover y Reputation hubieran tenido un bebé, tanto a nivel sonoro como narrativo. Porque sí, la artista despliega ese pop sofisticado heredado de trabajos anteriores (alejándose ligeramente del folk indie), pero en las letras no solo exclama a los cuatro vientos que está enamorada, sino que ahora lo hace con descaro, atreviéndose a ser mucho más directa y explícita, dejando poco margen para la imaginación (como podría ser False God). Ya no es tan suave ni tan naif como hace seis años, ni para hablar de su actual relación ni de su experiencia como showgirl.
Escuchamos a una Taylor más irreverente, casi embriagada por la lujuria, pero con ese toque romántico (y la idea del amor romántico por encima de todo), rebelde... Quizá por eso no haya sido casualidad que la única colaboración del disco sea Sabrina Carpenter si echamos mano de su reciente discografía.
Ahora bien, si hay algo que siempre me ha fascinado de Swift, es su universo y cómo se conecta entre sí. Palabras, versos, estrofas y figuras literarias que siempre esconden referencias, historias y anécdotas, procedentes de su propia vida o de la historia de la literatura. Es por eso queThe Fate of Opheliadebería colarse en el TOP 3 de cualquiera que aprecie esta habilidad de la artista.
Aquí, no solo toma como punto de partida un personaje de Hamlet, sino que además es capaz de relacionarlo con otras canciones de su propio repertorio y sus propias vivencias. Y es que, si Prophecy (de The Tortured Poets Department) sirve de plegaria desesperada para que alguien (ya sea Dios u otra fuerza sobrenatural) cambie su destino, el que parecía estar dirigido a no encontrar nunca a la persona indicada o, como en la obra de Shakespeare, una figura desdichada y sumida en una pena tan grande que acabaría en su propia muerte; este tema de su duodécimo álbum, por el contrario, hace las veces de agradecimiento por haber escuchado sus oraciones. Ya contó en New Heights que nunca había conocido a nadie que hubiera movido cielo y tierra por conocerla, que hubiera actuado como un auténtico galán de comedia romántica solo por tener una cita. Y eso es algo que se puede conocer a través de este tema.
Por otro lado, y en mi opinión, considero queFather Figurey Eldest Daughter también van de la mano y no porque compartan vínculo familiar (padre e hija) ―aunque pueda ser adrede―. Ambos temas, aunque aparentemente distintos, comparten una mirada crítica sobre la industria musical, ya sea desde el poder masculino o desde la responsabilidad femenina.
Father Figure es The Man en anabolizantes: habla de una figura masculina, condescendiente, paternalista... Como cierto ejecutivo a cargo de una gran empresa, digamos, discográfica (sí, hablamos de Scooter Braun). Hombres en traje, narcisistas, que te prometen protección, visibilidad y una carrera meteórica si haces las cosas como ellos quieren y que, a la hora de la verdad, serían capaces de venderte al mejor postor. Hombres que, a su vez, te infravaloran y desconocen que serías capaz de cualquier cosa por mantener a toda la familia (aka, su catálogo musical) unida, sin excepciones, cueste lo que cueste ―tanto en términos económicos como cronológicos―.
En cuanto a Eldest Daughter, es un tema que habla de las hijas mayores, las que se adentran en lo desconocido antes que el resto de la prole, las que abren y allanan el camino a las que vienen detrás. Es decir, Taylor Swift es la hermana mayor de su familia biológica, sí; pero también es la hermana mayor de una nueva generación de popstar que no para de atraer oyentes y admiradores. Ha sentado precedentes sobre la industria y la defensa de los derechos de autor, ha denunciado campañas de odio y acoso con el fin de intentar mejorar las condiciones de las futuras artistas. Y, a pesar de sufrir incesantes comparaciones con ellas o de tener algún que otro rifirrafe, afirma que siempre las defenderá y estará de su lado, mirando hacia el bien común.
