El rapero Sean 'Diddy' Combs, condenado a cuatro años y dos meses de prisión por delitos vinculados a la prostitución

El rapero y magnate musical Sean Diddy Combs ha sido condenado a cuatro años y dos meses de prisión y a pagar una multa de 500.000 dólares por dos delitos relacionados con el transporte de personas para ejercer la prostitución. La sentencia fue dictada este viernes 3 de octubre por el juez federal Arun Subramanian en el Tribunal de Distrito de Manhattan, tras un proceso judicial que ha mantenido en vilo a la industria del entretenimiento. Aunque fue absuelto de los cargos más graves —tráfico sexual y conspiración para extorsionar—, el jurado lo halló culpable de facilitar encuentros sexuales remunerados durante más de una década. [www.abc.es]

La Fiscalía había solicitado una pena de once años, mientras que la defensa pedía solo 14 meses. Finalmente, el juez optó por una condena intermedia, teniendo en cuenta tanto los antecedentes del artista como su influencia cultural. Combs, de 55 años, permanece recluido desde septiembre de 2024 en el Centro Metropolitano de Detención de Brooklyn, tras negársele la libertad bajo fianza por riesgo de fuga y posible intimidación a testigos. En la audiencia, el artista se mostró arrepentido y reconoció que su caída se debió al abuso de drogas y al egoísmo: “Perdí el rumbo. Me perdí en mi viaje. Me perdí en las drogas y el exceso”. [www.abc.es]

La expectación en torno al juicio fue máxima. Decenas de personas acamparon frente al tribunal para presenciar la lectura de la sentencia, en una escena que reflejaba el impacto mediático del caso. Durante el proceso, los fiscales del Distrito Sur de Nueva York acusaron a Combs de haber dirigido una “empresa criminal” durante más de diez años, en la que mujeres eran coaccionadas para participar en maratones sexuales bajo los efectos de sustancias, en eventos conocidos como “freak-offs”. Según la acusación, el artista abusó, amenazó y manipuló a personas de su entorno para satisfacer sus deseos y proteger su reputación. [www.abc.es]

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Uno de los testimonios más estremecedores fue el de Cassie Ventura, expareja del rapero, quien aseguró que si Combs quedaba libre, “iría a por ella”. Su carta al juez fue clave para la Fiscalía, que también presentó declaraciones de familiares, asistentes y estilistas que denunciaron años de abuso físico y psicológico. Por su parte, la defensa aportó más de 70 cartas de apoyo, incluyendo testimonios de compañeros reclusos que describieron a Combs como un modelo a seguir en prisión. Sus hijos también intervinieron en la audiencia, visiblemente emocionados, pidiendo clemencia para su padre. [www.abc.es]

El veredicto del jurado fue mixto. Aunque Combs fue absuelto de los cargos que podrían haberle llevado a cadena perpetua —como tráfico sexual mediante coacción y conspiración bajo la ley RICO—, fue declarado culpable de dos cargos de transporte con fines de prostitución, cada uno con una pena máxima de diez años. El juez Subramanian valoró la trayectoria del artista, su influencia en la comunidad afroamericana y su papel como empresario, pero también subrayó que “las drogas exacerbaron su comportamiento errático y violento”. [www.abc.es]

La sentencia marca un punto de inflexión en la carrera de uno de los nombres más influyentes del hip hop. Fundador de Bad Boy Records y responsable de éxitos como I'll Be Missing You, Combs ha sido una figura clave en la música urbana durante más de tres décadas. Sin embargo, este caso ha destapado una cara oscura de su vida privada, con decenas de demandas civiles aún pendientes por presunta conducta sexual inapropiada y abuso de poder.

A pesar de la condena, el equipo legal de Combs ha anunciado que solicitará la anulación del veredicto o, en su defecto, un nuevo juicio. Mientras tanto, el artista continuará cumpliendo su pena en prisión, donde ya ha iniciado un proceso de rehabilitación. El caso de Sean 'Diddy' Combs no solo pone en evidencia los excesos de algunas figuras del entretenimiento, sino que también plantea preguntas sobre el poder, la impunidad y la justicia en la era de la fama global.