Taylor Swift con Sabrina Carpenter y las otras 5 colaboraciones con las que nos maravilló

Taylor Swift no solo ha construido una carrera sólida como cantautora, sino que ha sabido rodearse en momentos puntuales de artistas que complementan su universo musical con talento, carisma y versatilidad. A lo largo de los años, ha protagonizado colaboraciones que han marcado momentos clave en su evolución artística, desde el country hasta el synth-pop, pasando por el hip-hop y el indie. Su última aventura conjunta es The life of a Showgirl canción que comparte junto a Sabrina Carpenter y que es una pieza clave del mecanismo del 12º disco de la artista al punto de que es el tema que da nombre al proyecto.

Un hit que por fin hemos podido escuchar a través de las plataformas y que ha vuelto a demostrar que Swift sabe cómo elegir a sus cómplices musicales. Una especie de cierre de The Eras Tour con ese diálogo final y que concluye esa impresión de que Taylor está viviendo la vida de una 'showgirl'.

Melódicamente The life of a Showgirl es una maravilla y está llamada a ser una canción de grandes estadios e incluso me atrevería a decir que la canción de cierre de los mismos. Su complicidad ha sido celebrada por los fans, que ven en esta colaboración una especie de relevo simbólico entre dos artistas que han sabido construir sus carreras con autenticidad y evolución constante.

Y como decíamos, no es la primera vez que lo logra. Repasamos esta y otras cinco colaboraciones que nos han dejado maravillados.

En 2012, Taylor Swift sorprendió al incluir en su álbum Red una colaboración con el entonces emergente Ed Sheeran. Everything Has Changed es una balada acústica que captura la emoción de un amor incipiente, con armonías suaves y una producción minimalista. La canción se convirtió en una de las favoritas de los seguidores de ambos artistas y su videoclip —protagonizado por dos niños que representan a los cantantes— fue un auténtico bombazo. Una historia que tuvo continuación en The Joker and the Queen.

La relación profesional entre Swift y Sheeran ha continuado a lo largo de los años, con colaboraciones posteriores como End Game (junto a Future) y apariciones conjuntas en giras. Su conexión artística se basa en una sensibilidad lírica compartida y en el respeto mutuo por la composición.

En 2024, Taylor Swift lanzó The Tortured Poets Department, un álbum introspectivo y experimental que abrió con Fortnight, una colaboración con Post Malone. El tema mezcla sintetizadores etéreos con una atmósfera melancólica, y la voz rasposa de Malone contrasta con la delicadeza de Swift, creando una tensión emocional que cautivó a crítica y público.

El videoclip, en blanco y negro, muestra a ambos artistas atrapados en una relación que se descompone lentamente, con referencias literarias y visuales que evocan el cine de autor. Fortnight fue número uno en múltiples países y se convirtió en uno de los temas más reproducidos del año.

Otra de las colaboraciones más inesperadas —y exitosas— de Swift fue con Kendrick Lamar en Bad Blood, incluido en la reedición de 1989. El tema, que originalmente hablaba de una traición entre amigas, adquirió una nueva dimensión con los versos afilados del rapero, que aportó fuerza narrativa y credibilidad urbana.

El videoclip, dirigido por Joseph Kahn, fue una superproducción con estética futurista y un elenco de estrellas que incluyó a Selena Gomez, Zendaya y Gigi Hadid. Ganó el premio Grammy a Mejor Vídeo Musical en 2016 y consolidó a Swift como una artista capaz de cruzar géneros sin perder su esencia.

En 2020, durante la pandemia, Swift sorprendió con Folklore, un disco introspectivo y alternativo que incluía Exile, una colaboración con Justin Vernon (Bon Iver). La canción es un diálogo entre dos ex amantes, con una estructura narrativa que recuerda a una obra teatral. La voz grave de Vernon y la delicadeza de Swift crean un contraste que potencia el drama de la letra.

Exile fue aclamada por la crítica y considerada una de las mejores canciones del año por medios como Pitchfork y Rolling Stone. Representa el punto más alto de la evolución artística de Swift hacia terrenos más experimentales y emocionales.

Cerramos este particular repaso a nuestras colaboraciones favoritas de Taylor Swift (y nos dejamos fuera otros junto a The National, Brandon Urie, The Civil Wars...) con el mayor boom comercial a dúo de la artista: I don't wanna live forever junto a Zayn Malik para la banda sonora de la saga 50 sombras de Grey.

Ya sea en el pop, el rap, el folk o el indie, su capacidad para adaptarse y mostrar una versatilidad admirable sigue siendo una de sus mayores virtudes. Y si algo nos ha enseñado, es que cada alianza musical es una nueva historia que merece ser contada.