FIFA no excluye a Israel de sus competiciones y marca el posible camino de Eurovisión
Pese a la presión de algunos países no habrá sanciones por el presunto genocidio que se está cometiendo en Gaza

Logotipo de FIFA en el Mundial de Clubes / Hector Vivas - FIFA
La FIFA ha confirmado que no excluirá a los equipos israelíes de sus competiciones internacionales, a pesar de las crecientes presiones diplomáticas, sociales y deportivas que exigen sanciones contra el país por su ofensiva militar en Gaza. La decisión, tomada en el Consejo virtual del organismo celebrado el pasado 2 de octubre, contrasta con el debate que se vive en el ámbito cultural, donde Eurovisión estudia seriamente la expulsión de Israel de su edición 2026.
El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, fue categórico: “No tomaremos ninguna medida. No podemos resolver los problemas geopolíticos”. En el comunicado oficial, el organismo defendió su postura apelando a los valores unificadores del fútbol y su papel como herramienta de paz. "La FIFA debe promover el fútbol en todo el mundo aprovechando sus valores educativos, culturales y humanitarios" se lee en el texto.

La decisión se produce en un contexto de creciente presión internacional. Diversas federaciones europeas, como la turca y la noruega, han solicitado la suspensión de Israel, mientras que Amnistía Internacional y un grupo de expertos de la ONU han pedido formalmente a FIFA y UEFA que excluyan a la Asociación Israelí de Fútbol y a los clubes con sede en asentamientos ilegales en territorio palestino ocupado.
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La Federación Palestina de Fútbol también ha reiterado su petición de sanción, argumentando que el fútbol no puede mantenerse neutral ante violaciones masivas de derechos humanos. "Las selecciones nacionales que representan a Estados que cometen violaciones graves sí pueden y deben ser suspendidas, como ocurrió con Rusia tras la invasión de Ucrania" señalaron los expertos.
De hecho nadie entiende que la FIFA tome esta decisión sobre Israel y tenga sancionado desde hace varios años no solo a Rusia sino también a otras federaciones como Bielorrusia. Uno de los factores que explican la postura de FIFA es la estrecha relación entre Infantino y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien ha manifestado su apoyo a Israel y su intención de garantizar su participación en el Mundial de 2026, que se celebrará en Estados Unidos, México y Canadá. Esta conexión política ha sido clave para blindar la posición israelí en el fútbol internacional.
El caso Eurovisión: un espejo cultural
Mientras FIFA se mantiene firme en su decisión de no excluir a Israel, el mundo cultural vive una situación distinta. La Unión Europea de Radiodifusión (UER), organizadora de Eurovisión, ha recibido múltiples peticiones para expulsar a Israel del certamen musical de 2026. Artistas, delegaciones y organizaciones de derechos humanos han denunciado que permitir la participación israelí normaliza la violencia en Gaza y contradice los valores de inclusión y paz que promueve el festival.
Aunque la UER aún no ha tomado una decisión definitiva, el debate recuerda lo ocurrido en 2022, cuando Rusia fue expulsada de Eurovisión tras la invasión de Ucrania. En ese momento, la presión pública y política fue determinante. Hoy, muchos se preguntan por qué el deporte no sigue el mismo camino.
Además, la UEFA ha evitado someter a votación la exclusión de Israel, a pesar de que varios miembros de su comité ejecutivo se han mostrado favorables a la medida. La falta de consenso interno y el temor a una batalla legal ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) han paralizado cualquier iniciativa.












