35 años de ‘Esta es tu vida’: Hombres G, del estallido juvenil a la madurez pop
El disco que marcó su paso de ídolos a banda adulta
Hombres G: se cumplen treinta y cinco años de 'Esta es tu vida'.
En 1990, cuando el fenómeno Hombres G parecía haberlo conquistado todo —las listas, las giras, los cines y los corazones adolescentes de media España y Latinoamérica—, el grupo madrileño decidió dar un giro y mirarse en el espejo. El resultado fue Esta es tu vida, un disco que marcó un cambio de etapa: menos urgencia juvenil, más reflexión y un sonido que, sin renunciar a su frescura, apuntaba hacia una madurez artística que pocos esperaban de aquella banda que, solo unos años antes, había cantado “Devuélveme a mi chica” o “Visite nuestro bar”. Publicado el 8 de octubre de 1990, el álbum se recuerda como la prueba de que Hombres G no eran solo un grupo para fans adolescentes: eran una banda con identidad, oficio y una rara capacidad para reinventarse sin perder la sonrisa.
A finales de los ochenta, Hombres G eran un fenómeno descomunal. Formados en 1982 y bautizados con el nombre de una película de detectives de serie B, el grupo había irrumpido en 1985 con un pop inmediato, contagioso y sin pretensiones intelectuales, justo lo que necesitaba una España que salía de la transición y se abría a una nueva década. Entre 1985 y 1988 publicaron cuatro discos —Hombres G, La cagaste... Burt Lancaster, Estamos locos... ¿o qué? y Agitar antes de usar—, todos éxitos rotundos. Llenaban estadios, protagonizaban películas (Sufre mamón, Suéltate el pelo) y eran la cara visible del pop español más exportable. Pero ese éxito gigantesco también los agotó.
Cuando comenzaron a preparar Esta es tu vida, la saturación era evidente. Querían hacer algo distinto, más pausado, más sincero. David Summers, voz y compositor principal, lo ha reconocido muchas veces: el grupo estaba cansado de la etiqueta de “grupo para quinceañeras” y buscaba un sonido más sólido, más adulto. El resultado fue un disco sorprendentemente introspectivo, grabado con mimo y una producción más cuidada, en el que se colaban guitarras más limpias, arreglos de viento y letras menos despreocupadas.
LOS40 Classic
LOS40 Classic
El título, Esta es tu vida, ya sugería un ejercicio de mirada interior. Era un disco hecho por músicos que habían vivido un ascenso meteórico y que, por primera vez, se preguntaban qué había después del vértigo. En las letras se intuía la nostalgia, la desilusión, incluso el miedo a perder la espontaneidad que los había hecho tan populares. Pero, como todo en Hombres G, ese proceso no se vivía desde el drama, sino con ironía y melodía.
La canción que mejor resume ese espíritu es “Rita”, número uno de LOS40 el 9 de febrero de 1991; una de las joyas del álbum y quizá una de las composiciones más subestimadas del pop español. “Rita” es, en apariencia, una historia de desamor más. Pero su tono, su cadencia melancólica y la interpretación contenida de Summers la convierten en algo más profundo: una canción sobre el desencanto, sobre las pequeñas derrotas de la vida cotidiana. En su letra —“Rita, ya no pintas nada en mi vida”— late la madurez de quien ha pasado por el enamoramiento ingenuo y ha aprendido que también se puede cantar al adiós sin rabia ni cinismo. Musicalmente, muestra una delicadeza poco habitual en el repertorio del grupo, con guitarras que flotan y una melodía que se queda suspendida, sin necesidad de gritar.
Aunque el álbum no alcanzó las cifras arrolladoras de sus predecesores, su impacto fue considerable. En España fue disco de oro en pocas semanas, y en América Latina, donde Hombres G contaban con una base de fans masiva, consolidó su estatus de grupo de culto. “Rita” se convirtió en uno de los temas más solicitados en sus conciertos, y canciones como “Esta es tu vida” o “Vuelve a mí” mostraban que el grupo podía seguir llenando estadios sin depender de la nostalgia adolescente.
El público percibió el cambio: Hombres G habían crecido. Ya no eran solo los chicos del flequillo imposible y las letras de instituto; eran músicos capaces de hablar del paso del tiempo, de los desencantos y de las segundas oportunidades. En el fondo, Esta es tu vida fue un álbum de transición, pero también un punto de inflexión. Poco después, la banda decidiría tomarse un descanso, un paréntesis que duraría casi una década, antes de su regreso triunfal en 2002 con Peligrosamente juntos.
Treinta y cinco años después, Esta es tu vida se escucha con otra luz. Es el disco en el que Hombres G dejaron de ser un fenómeno y se convirtieron en una banda de verdad, con un sonido que anticipaba el pop más maduro de los noventa. En su aparente sencillez se esconde una honestidad que hoy suena incluso más moderna: la de un grupo que supo asumir que crecer también es parte del rock. Y quizás por eso Esta es tu vida, con su tono introspectivo y su retrato de la madurez, ha resistido mejor que muchos de sus éxitos más explosivos.
“Rita” sigue sonando en los conciertos, y cada vez que David Summers canta “Rita, no me mientas más”, el público —ya adulto, pero igual de entregado— lo hace suyo. En eso consiste, precisamente, seguir viviendo la vida que uno elige: la misma, pero distinta.
