Muere a los 31 años, Júnior Dutra, estilista e influencer brasileño tras someterse a una operación estética en tendencia
Denunció al cirujano antes de fallecer

Júnior Dutra, estilista e influencer brasileño. / @dutraau / Instagram
Hay tendencias que pueden costar muy caras. Bien lo sabe el influencer y estilista brasileño Adair Mendes Dutra Junior, conocido en redes como Júnior Dutra que ha fallecido a los 31 años tras someterse a una operación estética para seguir una de las tendencias más en auge, la de los ‘cat eyes’ o ‘foxy eyes’. Ese retoque que se hacen muchos para conseguir una mirada felina que consideran más atractiva y sugerente y para la que hay que modificar la posición de la ceja y el ojo.
En principio, es una operación que no tiene por qué implicar mucha complicación, pero ya se sabe, que nunca se puede controlar todo lo que sucede cuando se somete al cuerpo a estas intervenciones. Y seguramente nunca imaginó que ese intento de transformación acabaría con su vida de manera tan temprana.

Había conseguido crear una importante comunicad en redes sociales con la que compartía sus trucos y consejos de belleza, pero en la que también mostraba que no pretendía ser perfecto, sino transparente. Al compartir su día a día, también compartía sus inseguridades. Y eso hizo que generaciones lo vieran como alguien que viste elegante, compra con buen gusto, se maquilla si quiere, cambia de look, experimenta.
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La cirugía que cambió el rumbo
Era marzo de 2025 cuando decidía dar el paso para conseguir verse diferente. Y en un primer momento nada hacía presagiar el fatal desenlace. Pero los meses posteriores se convirtieron en lucha. Detectó hinchazón, moratones visibles especialmente en un lado del rostro, molestias que no desaparecían.
En varias entrevistas contó que acudía a dermatólogos, que intentaba controlar una infección que parecía resistirse. Mostró vídeos, imágenes, denunció públicamente un dolor que no debía ser silencioso, porque era el suyo, porque le tocaba vivirlo y porque creía que merecía ser escuchado.
Deterioro y últimos días
La infección fue ganando terreno y su salud se complicó. Dutra tuvo problemas para respirar, lo llevaron de urgencia a un hospital público en São Paulo el 3 de octubre donde finalmente murió. Su amigo Gean Souza confirmaba la noticia a un medio brasileño contando todo lo sucedido y el calvario que había sufrido el estilista.
No fue solo la tragedia de la pérdida lo que sacudió a la comunidad, sino también el reclamo: Dutra había presentado una denuncia previa al fallecimiento contra el cirujano que realizó la operación, identificado en medios como el Dr. Fernando Garbi. Lo acusaba de negligencia, de ejercicio ilegal de la medicina, de lesiones graves. Su denuncia no era rumor: estaba respaldada con documentos legales, entrevistas, pruebas visibles (hinchazón, marcas, testimonios).
Por su parte, el cirujano negó responsabilidad directa en el deceso, dijo que no hay vínculo confirmado entre su práctica y la infección fatal, que las acusaciones sin base serán contestadas legalmente. Pero para quienes lo conocían, para quienes le seguían, está claro: algo no funcionó bien.
“Queremos justicia” se volvió frase recurrente en comentarios, en posts, en hashtags. Amistades, otros influencers, figuras de la moda lamentaron la pérdida, recordaron la sonrisa, el estilo, la sinceridad.
Junior no era solo el influencer que mostraba looks; era quien elevaba su voz para decir: “Aviso, esto tiene riesgo”; era quien denunciaba lo que sintió, lo que vio, lo que no le pareció justo. Esa valentía, más allá de sus filtros, es parte de lo que dejará como herencia: no solo estética, sino conciencia.












