Kim Kardashian lanza una colección de tangas con vello púbico falso en distintos colores
A través de su marca, Skims, la reina de los realities ha abierto el debate sobre los límites del marketing y la estética corporal

Kim Kardashian en el LACMA Art+Film Gala / Alberto E. Rodriguez
Kim Kardashian ha vuelto a situarse en el centro de la conversación global. La empresaria estadounidense, que en 2023 ya sorprendió con un sujetador diseñado para marcar los pezones, ha lanzado ahora un producto que lleva la provocación a otro nivel: un tanga que simula vello púbico artificial. La pieza, bautizada como Faux Hair Micro String Thong, pertenece a su marca Skims, y su aparición ha generado una avalancha de reacciones en redes sociales entre la sorpresa, la burla y la reflexión.
La prenda salió a la venta el martes 14 de octubre en la web oficial de la firma, a un precio de 42 euros, y se agotó en cuestión de horas. Según la descripción del producto, se trata de una "mezcla de cabello sintético rizado y liso disponible en doce tonalidades distintas". Con esta propuesta, Kardashian invita —literalmente— a "jugar con los colores" y desafía la uniformidad estética que ha dominado la moda íntima en las últimas décadas.

La campaña promocional, difundida a través de Instagram, ha sido clave en el impacto mediático del lanzamiento. Con una puesta en escena que recrea un concurso de belleza de los años setenta, las modelos desfilan sobre pedestales mientras un presentador las presenta con tono irónico. En un momento del vídeo, cada una levanta la falda para mostrar, de forma pixelada, la prenda en cuestión. El mensaje que acompaña las imágenes resume el espíritu de la propuesta: "El arbusto definitivo. Con nuestra nueva y audaz braga de pelo falso, tu alfombra puede ser del color que quieras que sea".
LOS40
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La frase "¿Quién dijo que la alfombra tiene que hacer juego con las cortinas?" —también presente en la promoción— ha terminado de convertir la campaña en un fenómeno viral. Con ella, la empresaria ironiza sobre la idea de coordinar el color del vello púbico con la ropa interior, un guiño humorístico que muchos han leído como una parodia de la obsesión por la depilación y la perfección corporal.
La reacción de sus seguidores
Las redes sociales no tardaron en reaccionar. En Instagram, una usuaria resumía el desconcierto general con ironía: "Años de láser y aquí estamos". Las opiniones también han dividido a los expertos en moda. Algunos analistas ven en la propuesta una reflexión sobre la libertad corporal y la ruptura de tabúes. Otros, en cambio, lo interpretan como un ejemplo extremo de mercantilización de lo íntimo. La revista Marie Claire en Estados Unidos fue tajante: "Se podría argumentar que esto es el colmo del absurdo en internet: la forma más ridícula del capitalismo, donde incluso el vello falso para nuestros genitales se monetiza".
Mientras el debate continúa, Kardashian mantiene su ritmo de expansión empresarial y mediática. Además de sus proyectos en Skims —que incluye colaboraciones con gigantes como Nike—, la empresaria prepara su regreso a la televisión con la serie All’s Fair, producida por Ryan Murphy y con un reparto que incluye a Sarah Paulson y Glenn Close.
Con este nuevo lanzamiento, Kim Kardashian vuelve a demostrar su capacidad para convertir la provocación en estrategia comercial y para situarse, una vez más, en el centro del debate cultural sobre moda, cuerpo y consumo.

Lola Rabal
Recién graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la URJC. Viví en Chicago, donde descubrí...












