Europa da la espalda a la naturaleza: el nuevo presupuesto de la UE borra décadas de avances ambientales
El fondo LIFE desaparece y la biodiversidad se diluye entre partidas industriales. Ecologistas en Acción pide al Gobierno español que plante cara en Bruselas.

Los ecologistas denuncian los planes europeos en materia de biodiversidad / Teka77
El dinero que Europa destinará a sus grandes políticas en los próximos años deja claro qué prioridades manda: la economía y la seguridad por encima de la naturaleza. La Comisión Europea ha presentado su propuesta para el Marco Financiero Plurianual (MFP) 2028-2034, es decir, el presupuesto que marcará el rumbo de la Unión Europea durante siete años. Y lo que trae bajo el brazo no son buenas noticias para quienes defienden el medio ambiente, tal y como ha denunciado Ecologistas en Acción.
La nueva arquitectura financiera simplifica los fondos europeos —pasa de 52 a solo 16— y reordena sus grandes objetivos. En esa reorganización, la naturaleza desaparece como eje propio y queda escondida dentro de un cajón de sastre llamado "Competitividad, prosperidad y seguridad". Dicho de otro modo: el medio natural deja de ser una prioridad política para convertirse en un asunto secundario, subordinado al crecimiento económico.
Uno de los golpes más duros es la eliminación del fondo LIFE, el histórico programa que desde los años 90 ha permitido financiar miles de proyectos de conservación de especies, restauración de hábitats y protección del agua en toda Europa. A partir de ahora, cualquier iniciativa ambiental tendrá que competir por financiación dentro de fondos dedicados a la "transición limpia y la descarbonización industrial". Y la experiencia demuestra que, en esa competencia, los proyectos de naturaleza siempre salen perdiendo. En el anterior plan europeo de recuperación, por ejemplo, solo un 2 % del dinero fue a parar a biodiversidad.
LOS40
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Los planes de Europa parecen priorizar los intereses económicos frente a la protección de la biodiversidad. / Javier Ghersi

Los planes de Europa parecen priorizar los intereses económicos frente a la protección de la biodiversidad. / Javier Ghersi
Además, la propuesta de la Comisión no fija ningún objetivo claro de gasto para la naturaleza. En su lugar, habla de dedicar un 35 % del presupuesto a "clima y medio ambiente", una etiqueta tan amplia que incluye también inversiones empresariales o industriales. En el actual marco financiero, el compromiso es del 30 % para clima y un 10 % específico para biodiversidad. El nuevo planteamiento no solo elimina esa protección mínima, sino que mantiene los subsidios perjudiciales para el medio ambiente, algo totalmente contrario a los compromisos internacionales de la UE.
"España no puede quedarse atrás ni mirar hacia otro lado"
Ante esta situación, Ecologistas en Acción ha enviado una carta a la ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, antes de su asistencia al Consejo de Medio Ambiente de la UE, este martes 21 de octubre. En ella, la organización reclama al Gobierno español que defienda una postura firme en Bruselas y proponga tres medidas clave:
- Garantizar al menos un 10 % del presupuesto europeo para biodiversidad, con un sistema de seguimiento claro que distinga entre los distintos objetivos ambientales (biodiversidad, contaminación, agua, economía circular, etc.).
- Mantener una línea de financiación propia para el programa LIFE, con fondos estables y previsibles a medio plazo, que sigan apoyando el trabajo de entidades sin ánimo de lucro y proyectos de conservación.
- Convertir los Planes Nacionales y Regionales de Asociación en verdaderos planes de inversión verde, obligando a los Estados miembros a destinar al menos el 15 % de esos fondos a la biodiversidad y a la restauración de ecosistemas.
Si estas garantías no se incorporan, advierten desde la organización ecologista, el nuevo presupuesto supondrá un retroceso histórico y hará imposible cumplir los compromisos de la Estrategia Europea de Biodiversidad 2030 y del Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal.
Ecologistas en Acción exige al Ejecutivo español que no se conforme con un papel secundario en las negociaciones y que lidere la defensa de una financiación coherente con la gravedad de la crisis ecológica. "Otros países, como la República Checa, ya han mostrado su desacuerdo por la falta de ambición ambiental de la propuesta" recuerdan. "España no puede quedarse atrás ni mirar hacia otro lado mientras la UE renuncia a proteger su patrimonio natural".












