Ruth Montiel Arias: "Nuestra relación con los animales es, en esencia, una relación de abuso"
Entrevistamos a la fotógrafa y artista gallega Ruth Montiel, que ha viajado por distintos países del planeta retratando la realidad de los animales.
Ruth Montiel Arias.
Perú, India, EEUU, Marruecos, Europa... La artista y fotoperiodista Ruth Montiel Arias (Palmeira, A Coruña, 1977) lleva años recorriendo el mundo documentando la explotación animal en diferentes culturas. A través del colectivo Animal’s View utiliza la imagen para hablar de antiespecismo y derechos animales desde una mirada profundamente empática y comprometida. El Eco de LOS40 ha hablado con ella.
Ruth Montiel Arias: "Nuestra relación con los animales es, en esencia, una relación de abuso"
En pocas palabras, ¿quién eres y a qué te dedicas?
Soy artista visual y plástica, y también realizo investigaciones periodísticas a través de Animal’s View.
¿Qué es exactamente Animal’s View?
Es un colectivo integrado casi por completo por mujeres cuyo objetivo es hablar del antiespecismo a través de la imagen, tanto fija como en movimiento. Creamos piezas documentales y audiovisuales sobre los derechos de los animales, con la intención de llegar al mayor número posible de personas.
"Hay culturas más respetuosas hacia los animales que otras"
Has viajado por muchos países retratando las condiciones de vida de los animales. ¿Qué te ha llamado más la atención?
La relación que establecemos con los animales depende mucho del contexto cultural. Hay culturas con un mayor respeto hacia ellos y otras donde ese respeto apenas existe. Lo que más me sorprende no es una práctica concreta, sino el hecho de que, en todos los lugares, esa relación se basa esencialmente en el abuso en cualquiera de sus formas: explotación para el espectáculo, la alimentación, la vestimenta o la experimentación.
Foto: Ruth Montiel Arias.
Pasaste mucho tiempo en India, un país con una relación particular con los animales. ¿Qué te encontraste allí?
India supuso para mí un antes y un después, tanto por la relación con los animales no humanos como con los humanos. Es un país de enormes contrastes. Allí hay un respeto religioso hacia las vacas, por ejemplo, pero en la práctica muchas acaban abandonadas en las ciudades. Es habitual verlas heridas, con mutilaciones, viviendo en condiciones precarias. Algunas personas les llevan comida, pero suelen ser sobras que no cubren sus necesidades nutricionales. Así que, pese al respeto simbólico, su realidad es de abandono y sufrimiento.
También has trabajado en Marruecos. ¿Qué te impactó de ese país?
En Marruecos se siguen viendo prácticas como la venta de animales vivos en los mercados, donde los matan y limpian en el momento. En Marrakech, por ejemplo, en pleno zoco, se pueden ver escenas así. Y luego está la cuestión del turismo: muchos visitantes utilizan a los animales, sobre todo a los monos, como simple entretenimiento. En la plaza de Jamaa el Fna, los monos están encadenados desde primera hora de la mañana hasta la medianoche. Solo los sacan para posar con los turistas, con pañales y cadenas. Es una explotación constante y visible, pero normalizada.
"Cualquier persona con un mínimo de empatía sufre al presenciar violencia"
¿Cómo logras distanciarte emocionalmente de lo que ves?
Sería irreal decir que no me afecta. Cualquier persona con un mínimo de empatía sufre al presenciar violencia, sea hacia humanos o hacia otros animales. Pero en mi caso intento no centrarme en cómo gestionarlo, sino en mantenerme entera para poder documentar y contar lo que está ocurriendo. La cámara actúa a veces como una especie de escudo: te permite concentrarte en el trabajo y mantener cierta distancia, aunque emocionalmente nunca es del todo posible.
Foto: Ruth Montiel Arias.
Como mujer que viaja sola por lugares complicados, ¿te has encontrado con situaciones difíciles?
Sí. No solo por cuestiones culturales, que existen, sino también prácticas: a veces no se permite a las mujeres acceder a ciertos espacios donde sí pueden entrar hombres. Además, cuando intentas generar confianza para poder documentar lo que estás viendo, esa cercanía a veces se malinterpreta. Recuerdo en Perú, mientras cubría peleas de gallos, que el ambiente se volvió incómodo cuando los asistentes, bajo los efectos del alcohol, empezaron a gritarme o a invitarme de forma insistente. Tuve que irme antes de lo previsto. Probablemente un hombre no habría vivido esa situación con la misma intensidad.
El objetivo de mi trabajo es que se reconozca que hay un problema y que los animales merecen respeto
¿Qué te gustaría que provocaran tus imágenes en quien las ve?
Depende del contexto. Cuando trabajo desde el arte contemporáneo busco que las imágenes planten una semilla, algo que quede dentro y, con el tiempo, pueda generar un cambio real. En el ámbito del fotoperiodismo o el documental, en cambio, busco una reacción más inmediata: que las personas tomen conciencia de lo que está ocurriendo y actúen. En ambos casos, el objetivo es el mismo: que se reconozca que hay un problema y que los animales merecen respeto.
Foto: Ruth Montiel Arias.
¿Eres optimista respecto a un cambio en nuestra relación con los animales?
No soy optimista: soy realista. Vivimos en una sociedad guiada por un sistema que fomenta el individualismo y el consumo, sin pensar en los demás, ya sean humanos o no humanos. Aun así, creo que los grandes cambios sociales siempre conllevan procesos largos. Por eso entiendo mi trabajo como algo a largo plazo. Tal vez no vea el cambio, pero sí creo que llegará, porque la historia demuestra que los avances son posibles.