Taylor Swift contribuye con 100.000 dólares al tratamiento de Lilah, una niña enferma de cáncer

Taylor Swift ha vuelto a demostrar que su influencia va mucho más allá de los escenarios. La artista estadounidense ha donado 100.000 dólares a la familia de Lilah Smoot, una niña de dos años diagnosticada con un tipo de cáncer cerebral extremadamente raro y agresivo. La historia de Lilah se hizo viral en TikTok gracias a su madre, Katelynn Smoot, quien compartió cómo la pequeña encontraba consuelo en la música de Swift durante sus tratamientos médicos. La donación, realizada a través de la plataforma GoFundMe, permitirá a la familia cubrir los costosos tratamientos y centrarse en el bienestar de su hija.

El gesto de Swift no solo ha aliviado la carga económica de los padres de Lilah, sino que ha generado una ola de solidaridad entre sus seguidores, quienes también han contribuido a la campaña. La cantante acompañó su donación con un mensaje personal: "¡Le mando un abrazo enorme a mi amiga Lilah! Con cariño, Taylor". La madre de la niña, visiblemente emocionada, compartió su agradecimiento en redes sociales: “¿Es esto la vida real? Muchísimas gracias, Taylor Swift. Estoy en shock. Esto significa muchísimo para nosotros".

La historia de Lilah comenzó cuando, con solo 18 meses, sufrió una convulsión que llevó al diagnóstico de un tumor cerebral. Desde entonces, su vida ha transcurrido entre hospitales, tratamientos intensivos y una lucha constante por sobrevivir. Ante la magnitud de los gastos médicos, sus padres iniciaron una campaña de recaudación en marzo de 2025, buscando apoyo para costear quimioterapia, radiación con protones y terapia con células madre.

Fue a través de TikTok donde la historia de Lilah llegó a Taylor Swift. En uno de los vídeos compartidos por Katelynn, la niña llama "amiga" a la cantante mientras ve sus vídeos en una tablet.

La historia de Lilah es también un testimonio del poder de las redes sociales para conectar personas y generar cambios reales. Lo que comenzó como un vídeo casero se convirtió en una cadena de solidaridad que ha dado esperanza a una niña y a sus padres. Y en el centro de todo, una artista que decidió actuar, no como estrella, sino como ser humano.