10 covers (que no sabías que lo eran) que superaron a la versión original y se convirtieron en himnos
De 'Girls Just Want to Have Fun' a 'The Man Who Sold the World': los secretos de estas canciones
Whitney Houston, en un concierto en Londres en 1986. / Steve Rapport
En la historia de la música, hay canciones que se han convertido en himnos… pero no en su versión original. Algunos covers han logrado eclipsar por completo a la primera interpretación y eso que ha hecho que en ocasiones no lleguemos a conocer la versión original.
El éxito de muchos covers que superan a la versión original se explica por una combinación de factores clave. En primer lugar, la reinterpretación emocional permite que el artista conecte de forma más profunda con el público, adaptando el mensaje de la canción a su estilo y sensibilidad. Además, una producción moderna puede actualizar el sonido de una pieza antigua, haciéndola más atractiva para nuevas generaciones. El contexto cultural también influye: el momento en que se lanza el cover puede coincidir con una necesidad social o emocional que lo potencia. Por último, la difusión mediática —ya sea a través de películas, videoclips o actuaciones en directo— puede amplificar su impacto y convertirlo en un fenómeno viral, eclipsando por completo la versión original.
Aquí repasamos 10 casos sorprendentes en los que el cover se convirtió en el verdadero clásico.
Whitney Houston - 'I Will Always Love You'
Aunque la canción original se lanzó en 1974 de la mano de Dolly Parton, fue Whitney Houston en 1992 cuando consiguió llevarla a lo más alto. Esto fue gracias a la película El guardaespaldas que transformó balada country en una poderosa interpretación soul. Su voz, el crescendo emocional y la producción cinematográfica la convirtieron en un fenómeno global.
Natalie Imbruglia - 'Torn'
La canción original pertenece a Ednaswap y fue lanzada en 1995, sin embargo, no fue hasta dos más tarde con Natalie Imburglia cuando Torn conquistó las listas. Sin duda, su tono melancólico y acessible la llevó a lo más alto.
Cyndi Lauper - 'Girls Just Want to Have Fun'
Original de Robert Hazard (1979), pero fue Lauper en 1983 cuando transformó esta canción en un himno feminista y alegre. Su estética colorida y su energía rebelde marcaron una generación.
Aretha Franklin - 'Respect'
A pesar de que la canción original se lanzó en 1965 de la mano de Otis Redding, no fue hasta que Aretha Franklin puso su voz en 1967 cuando se convirtió en un símbolo de empoderamiento femenino y de los derechos civiles. Su versión es más directa, poderosa y con un mensaje claro.
Jeff Buckley - 'Hallelujah'
La versión original es de Leonard Cohen, quien la creó en 1984, no obstante, no fue hasta 1994 de la mano de Buckley cuando resonó. Este artista le dio una interpretación íntima y emocional que ha sido considerada una de las más bellas jamás grabadas.
Sinéad O’Connor - 'Nothing Compares 2 U'
Original de The Family en 1985, aunque escrita por Prince. No obstante, la versión de O’Connor en (1990), con su voz quebrada y el icónico videoclip en primer plano, convirtió esta canción en un lamento universal por el amor perdido.
Johnny Cash - 'Hurt'
La canción original pertece a Nine Inch Nails, lanzada en 1995, sin embargo, fue Cash quien le dio un giro en 2002. Tanto que el propio autor original, admitió que la versión de Cash "ya no era suya". El tono grave y la fragilidad del legendario cantante le dieron una dimensión desgarradora.
Nirvana - 'The Man Who Sold the World'
La canción original pertenece a David Bowie publicada en 1970 y, aunque Bowie es un ícono, la versión acústica de Nirvana (1993) en su MTV Unplugged acercó la canción a una nueva generación, con un tono introspectivo y crudo.
Mark Ronson ft. Amy Winehouse - 'Valerie'
Aunque es original de The Zutons (2006) fue Winehouse quien le dio un giro soul irresistible en 2007. Su voz, junto a la producción retro de Ronson, convirtió esta canción indie en un clásico moderno.
Michael Andrews & Gary Jules - 'Mad World'
Esta icónica canción original de Tears for Fears publicada en 1982 no llegó hasta lo más alto hasta que la versión minimalista hecha para la película Donnie Darko la transformó el synth-pop original en una balada melancólica que conectó profundamente con el público.