OnePlus 15: El móvil a batir en 2026 llega en 2025

OnePlus lleva el tiempo suficiente en este sector como para ser considerado uno de los actores más importantes del mismo. Desde su entrada en escena, sorprendió con terminales maduros que obligaban a la competencia a considerar la rivalidad y, con un crecimiento meteórico, se ha puesto a la altura y por encima de las primeras marcas que llegan a vuestra mente cuando pensáis en tecnología móvil. Todavía no en cuota de mercado, pese a que su fortaleza en China es indiscutible, en occidente necesitan un empujón que parecen estar reclamando a gritos en este 2025.

La costumbre marcaba que los ‘flagship’ de OnePlus llegaran meses después de su aparición en el mercado oriental; habría sido en torno a Febrero de 2026, un momento oportuno para formar parte del agravio comparativo que necesita Samsung por esas fechas. Pues bien, OnePlus 15 se adelanta esta vez y llega al mercado global días después de su aterrizaje en China, llega a casa a tiempo para la Navidad, para ser considerado como (auto) regalo navideño y para ser el primero en muchas cosas.

OnePlus 15 estrena SnapDragon en occidente, es el primero que se atreve con un refresco de pantalla de 165Hz y estrena también forma y composición.

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Empezamos con lo evidente; el diseño.

OnePlus 15 suaviza las curvas de sus cuatro esquinas, reduce unos milímetros su altura, pierde la curvatura del marco para dejarlo completamente plano y abandona el módulo de cámara circular que ha servido como patrón para las tres últimas iteraciones del teléfono. En pocas palabras: se reinventa y adopta algunas tendencias que parecen inevitables en la industria.

Además, el color estrella de esta hornada, “Sandstorm”, sorprende con una aleación metálica diferente y un proceso de oxidación especial para su cuerpo que, no solo lo convierte en uno de los teléfono más atractivos vistos hasta la fecha, también presume de una mayor resistencia.

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En nuestro mesa ha caído el color Ultra Violet, un violeta que cambia sutilmente de color en función de la luz del entorno. El nuevo panel trasero del teléfono parece hecho a prueba de guerras, no importa con qué objeto se arañe, descubriréis que los arañazos se “borran”. Eso solo puede significar una cosa: “OnePlus 15 es el que hace daño en el objeto que antes dañaba tu teléfono” y esos arañazos que veis son restos del material del que está hecho el objeto que ha hecho contacto con el teléfono. Otro punto mágico que se marca OnePlus.

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También hablando de diseño, destacamos que OnePlus 15 es el primer flagship de la marca que abandona el famoso ‘alert slider’ para situar en su lugar la nueva ‘Plus Key’; algo que me daba miedo al principio, pero que solo he tardado minutos en superar. Uno de los usos que podréis dar a la nueva tecla de OnePlus es el de funcionar como un ‘alert slider’, lo que os permitirá pasar de sonido a vibración y de vibración a silencio, solo con una pulsación prolongada de la tecla, con una respuesta vibratoria diferente para cada una de ellas que os permitirá hacerlo cómodamente sin sacarlo del bolsillo. Los viejos fans del 'alert slider' seguirán teniendo su función (más a mano, si cabe) y los que lleguen de estreno a las fiesta podrán elegir entre muchas otras funciones. Cambio siempre a mejor.

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Como siempre, potencia bruta

En sus entrañas, encontramos un Snapdragon Elite Gen 5, 16 GB de RAM (o 12, según el modelo), 512 GB del almacenamiento más rápido que existe en el mercado y una batería de carbono-silicio de 7300 mAh. Como veis, OnePlus sigue jugando para ganar en La Guerra de los Números. Con una experiencia absolutamente impecable (de la que ahora hablaremos), no quiere obviar que una parte del público sigue prestando atención a los rankings de rendimiento y, para ellos, se asegura de ganar esa batalla y de ser el primero en todo.

OnePlus 15 vuela. No solo tiene el último chip del mercado y RAM para aburrir, también tiene un chip complementario dedicado a crear la mejor respuesta posible en la interacción con el panel y una pantalla que autogestiona su refresco para que siempre sea óptimo. El usuario puede necesitar 1Hz, 30 o 60Hz al reproducir contenido, 90Hz para la navegación y quizás, si dedica tiempo al juego, puede llegar a los 144Hz o, incluso, aprovechar los 165Hz que estrena el panel de este teléfono.

El usuario también puede fijar el refresco en 60Hz, cuando el objetivo sea el ahorro de batería (no debería existir ese problema aquí) o forzar las más altas frecuencias (sabiendo también que se cobrará un peaje en la batería).

Uno ya no sabe qué frecuencias son necesarias para el usuario y cuales son un detallito para los gamers. Lo que sí puedo decir es que la navegación (casi siempre a 120 Hz) es increíblemente fluida en el modo automático y los juegos que he puesto a prueba tampoco me han pedido más, pero OnePlus si ha hablado de las virtudes de un refresco alto de pantalla para los Gamers; milisegundos de ventaja y mayor precisión a la hora de conseguir ese ‘headshot’ que pide el Call of Duty. Si lo quieres, lo tienes, aunque es posible que no te haga falta. En cualquier caso, la experiencia OnePlus sigue siendo mantequilla pura y el teléfono no tartamudea aunque te pongas a abrir aplicaciones para buscarle las cosquillas.

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Habréis leído por ahí (y sino ya os lo digo yo) que la pantalla de OnePlus 15 ha reducido su densidad de pixeles con respecto a la de OnePlus 13. Esto es ‘verdad’. La razón por la que ha ocurrido esto es para conseguir un funcionamiento óptimo en los modos de altísima frecuencia. Básicamente, si hubieran forzado más pixeles en la pantalla, habrían tenido problemas con la transferencia de datos a cada uno de esos pixeles cuando se trabaja a frecuencias muy altas. Por ellos, OnePlus ha decidido no pasar de 2772x1272 (con opción a 2354x1080). Posiblemente el único apartado en el que perderá al juego de “La Batalla de los Números”, pero os deseo mucha suerte si vais a intentar encontrar diferencias en una pantalla de menos de 7 pulgadas, porque al ojo humano es prácticamente imposible. Del mismo modo que os digo que no necesito los 165Hz (aunque los tengo), os digo que no quiero más pixeles, porque no los noto y consumen batería.

Luego está el brillo. Podríamos perdernos con los números, pero no es necesario. OnePlus 13 ya me ofrecía ese rango de brillo que me permitía utilizar el teléfono en las condiciones de sol más impertinentes o descansar la vista cuando la luz faltaba a mi alrededor. Pues bien, OnePlus 15 refuerza ambos extremos; potencia el brillo máximo hasta el punto de convertir la pantalla en una linterna cuando estoy en un avión a oscuras y afina ese brillo mínimo para que la vista descanse pueda descansar un poquito más cuando no hay luz.A este respecto, sigue disponible el modo ‘comfort visual’, que rebaja la luz azul para evitar la fatiga ocular. En mi caso, está establecido de manera perpetua en mi terminal, ligeramente personalizado, pero siempre ‘on’. También podemos elegir el tipo de color que queremos para la experiencia, como es habitual en todas las marcas, pero con una reproducción de color ‘top’ en el sector.

La cámara

Si en 2025 todavía hay gente con la frasecita por defecto de “está un poquito por debajo de otras grandes como Apple” yo creo que es un buen momento para parar. OnePlus 13 ya tenía una triple cámara espectacular, tanto en términos de calidad/resolución/nitidez, como en términos de versatilidad. De hecho, alguna de las cámaras parece haber retrocedido si solo miramos la terminología y las especificaciones, pero nada más lejos de la realidad….

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OnePlus 15 simplemente afina un sistema que ya funcionaba de maravilla, acercándolo un poquito más al punto de la excelencia. Tenemos tres cámaras de 50MP. El 24mm principal de toda la vida, una lente telefoto que cambia el 3x por un 3.5x y un gran angular que andará en una distancia focal en torno a los 19mm, todas afinadas para ofrecer una reproducción de color totalmente coincidente.

La cámara principal es la más luminosa y, por tanto, puede permitirse cualquier condición de baja luminosidad. En función de la falta de luz que tengamos, el teléfono sugerirá más o menos segundos cuando intervenga el modo noche (generalmente son 1 o 2), pero las fotos nocturnas con el modo noche desactivado son igualmente atractivas y más creíbles en muchas situaciones. Una lente todoterreno que, simplemente, no falla.

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De la lente principal podemos sacar un 2x (digital, por recorte) de gran calidad. De ahí, saltamos al 3.5x, entrando en la lente periscópica, que es la que da la verdadera versatilidad al teléfono. Ofrece el aumento necesario para entrar en la mejor distancia focal para hacer un retrato (en torno a 80mm) y, a partir de ahí, también podemos aprovechar los 50MP para pedir al teléfono un 7x digital, de calidad.

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Habrá situaciones en las que, desde un punto en el que aparentemente “no hay foto posible”, nos sacamos de la chistera una foto paisajista de premio.

La periscópica es una lente algo menos luminosa y quizás un poquito más suave en términos de nitidez. De día, no supondrá nunca problema (haya sol o llueva; luz hay de sobra siempre). El problema puede llegar por la noche, donde el móvil tendrá que comprometer la velocidad de obturación y la ISO para darnos imagen, pero rara vez tendremos un final agridulce buscando la foto bonita. Yo siempre disparo 2 o 3 veces para asegurar que “la tengo” y he tenido que hacer fotos en un barco en movimiento, de noche, para encontrar alguna movida.

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El ultra gran angular no me ha dado problemas. Con sinceridad diré que es una lente que no disfruto. Rara vez la elijo voluntariamente, pero, poniendo a prueba el teléfono, se ha comportado muy bien. Con la nitidez y el color que quiero.

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El famoso DetailMax Engine de OnePlus 15 del que tanto habla la marca no es más que un algoritmo que te da más con un hardware igual o algo inferior. Sí, alguna de las cámaras son menos luminosas que en OP13. En cualquier caso, en comparaciones con OnePlus 13 (que veremos en otro momento), hemos obtenido fotos aparentemente iguales. En ocasiones quedaba patente la superioridad del OP15 cuando buscábamos las cosquillas con zoom a las fotografías, pero no es algo que vayamos a estar buscando demasiado.

Sin embargo, otros modos muy interesantes son “acción” o la “foto en movimiento”, ambos han sido diseñados para que podamos enfrentarnos a situaciones de movimiento difíciles o sujetos 'nerviositos'. La teoría es simple, con esos modos activados el teléfono mantendrá la prioridad siempre en la velocidad de obturación, lo que os permitirá ‘congelar’ la imagen con más éxito que en el modo normal. El contrapunto es que, cuando uno fuerza la velocidad de obturación en una fotografía, compromete la entrada de luz y eso obliga al terminal a forzar la ISO, lo que resulta en la entrega de fotografías algo más ruidosas y con peor calidad al ojo crítico.

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En cualquier caso, no es un modo para llevar siempre activo. OnePlus 15 tiene un algoritmo por defecto que dispara fotos de 50MP y varias de 12MP prácticamente a la vez. La primera sirve como base para la imagen y la segunda es para entregar la mejor versión de los sujetos que hay en la fotografía. Me ha pasado en muchas ocasiones que, tras hacer una foto, voy a chequear cómo ha quedado y veo al sujeto ligeramente borroso, pero un par de segundos después aparece perfectamente nítido en la fotografía. Es casi mágico y algo que OnePlus 13 no tenía y algo que muchos otros tendrán que copiar a partir de ahora.

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Y nos falta el video. 4k a hasta 120 frames por segundo y 8k a 30 frames, por si tienes una de esas teles 8k y quieres reproducir algo ahí por primera vez en tu vida (o, bueno, grabar a 8k y generar recortes en edición y simular multicámara; también vale). El video es espectacular a todos los niveles, pero si algo nos ha volado la cabeza una vez más (porque en el OP13 ya era fuera de lo común) es la estabilización. Lo que puede lograrse “a pulso” con un OnePlus 15 es simplemente brutal.

Hemos llegado a un punto en el que las mejoras en fotografía llegarán muy sutilmente y, casi siempre, tendrán que llegar en forma de algoritmo en el software. En este caso tenemos el Detail Max Engine, un procesado que OnePlus ha bautizado para vendernos una mayor nitidez cuando hacemos zoom en la imagen y esa “magia” de la que hablamos a la hora de sacar a los sujetos de una fotografía ‘a foco’. Y ahí están, funcionando de maravilla. Por lo demás, tenemos “el problema” de que la cámara de OnePlus 13 ya era espectacular y, a su vez, mejoraba sensiblemente la de OnePlus 12.

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Es inevitable pensar que la fotografía tendrá que acabar estancándose en algún punto porque no hay más cristal para sacar más chicha. De ahí que otras marcas estén sacando monturas aberrantes para montar objetivos sobre sensores más grandes. Pero eso ya no es lo que yo quiero.

La batería: ya no pienso en cargar el teléfono

Otro punto mágico del OnePlus 15 es la batería. Los números ya impresionan: 7300 mAh. Es un incremente importante con respecto a los números que hemos visto hasta hace pocos meses en cualquier teléfono. Pues bien, en la práctica es todavía más impresionante.

He llegado a estar hasta 3 días con el teléfono encendido, sin cargar. Cierto es que mi OnePlus 15 ha pasado la noche siempre en ‘modo avión’, pero también os diré que no he encendido la Wifi prácticamente nada; tirando siempre de datos y de 5G. Llevo un par de semanas viviendo con el teléfono como vivo con los auriculares; esa sensación de que la batería no se acaba que te lleva a cargar el teléfono casi por ‘paz de espíritu’. Por supuesto, la carga SuperVooc se encarga del resto. No tengo cargador de 120W (que es la velocidad máxima de carga de este teléfono), pero con cargador de 100W el resultado ya es espectacular; ‘pinchar’ el teléfono 30 o 40 minutos es comprar casi dos días de autonomía. No hemos probado la carga inalámbrica, pero parece ser igual de espectacular. Además, OnePlus asegura que la batería tendrá una salud superior al 80% cuando pasen 4 años de vida, lo que nos dejaría con un tamaño de batería similar al de muchos teléfonos el día en que los compras.

El único "problema" que en encontrado en este apartado, que no sé si es un problema de diseño o una tara de mi unidad, es que el conector USB-C no acaba de entrar por completo en el puerto del teléfono. El conector entra y el teléfono carga o transfiere datos sin ningún problema, pero no hace ese 'click' satisfactorio que todos conocemos. Esto hace que el cable no esté tan asegurado en el terminal y que pueda soltarse con más facilidad. Como digo, no puedo hablar de ello como de un fallo de OnePlus porque tengo la sensación de que podría ser algo de mi unidad.

Con todo, para mí, OnePlus 15 es un teléfono perfecto. Imagino que son palabras que tendré que comer en 2026, cuando venga el siguiente, pero, ahora mismo, tiene todo lo que yo pido a un teléfono y no me falla en nada. Absolutamente, en nada. Bonito, potente, pantalla excepcional, batería para aburrir, cámara espectacular y que rara vez falla y mi botón programable que usaré como Alert Slider. Además, un software limpio que hace que todo funcione como la seda. Sin duda, OnePlus 15 es, en 2025, el móvil a batir en 2026. No puedes comprar un Android mejor este año. Es así de fácil.