Rosalía y cómo el lenguaje define las emociones en 'LUX', su último disco

• Rosalía anuncia su gira de conciertos 'LUX Tour' en 2026: fechas, ciudades y cuándo comprar las entradas en España

Rosalía lleva años demostrando que la música puede ser un puente entre mundos, culturas y sensibilidades. Ahora, con LUX, su nuevo álbum formado por 18 canciones en 13 idiomas diferentes, la artista catalana vuelve a situarse en un territorio creativo donde pocos se atreven a pisar. Y es que es, sobre todo, una declaración que reafirma el poder del lenguaje para transformar lo que sentimos y cómo nos relacionamos con los demás.

“Es por amor y curiosidad: querer entender mejor al otro. A través de entender al otro, quizás puedes entenderte mejor a ti mismo, y aprender a amar mejor", explicaba la artista en una entrevista.

Esta reflexión conecta directamente con un estudio reciente de Preply, plataforma global especializada en aprendizaje de idiomas, que ha analizado cómo cambia nuestra vida emocional cuando dejamos de hablar solo en nuestra lengua materna.

Lenguas que despiertan emociones distintas

El informe, basado en la participación de casi 3.000 personas de varios países, sugiere que cada idioma activa sensaciones únicas. En la lengua nativa se imponen sentimientos de seguridad (29%), conexión cultural (23%) y orgullo (20%). Tiene sentido: hablamos desde el terreno que mejor conocemos, desde aquello que nos ha moldeado desde la infancia.

Pero cuando entramos en una lengua extranjera, el panorama emocional se transforma. Según la investigación, muchas personas perciben una apertura mental mayor (29,5%), un sentimiento de conexión global más fuerte. Hablar otro idioma les hace sentirse más conectados con los demás (29%), más orgullosos de sí mismos (27,2%) y, en algunos casos, más empoderados (19%). La palabra clave, según explican desde Preply, es expansión: aprender un idioma no solo añade una habilidad, sino que amplía el modo en que interpretamos el mundo.

Este análisis encaja de lleno con el enfoque de LUX, donde Rosalía experimenta con idiomas tan diversos como el español, el inglés, el alemán o el árabe. La variedad no es un simple ejercicio estético: es un modo de explorar cómo cambia la emoción cuando cambia la forma de nombrarla.

Aunque Rosalía siempre ha apostado por la mezcla cultural —desde el flamenco experimental de El Mal Querer hasta los sonidos híbridos de Motomami—, en LUX lleva esta idea a un nuevo nivel. No es la primera vez que se mueve entre géneros o que redefine estructuras musicales, pero sí es la obra en la que más explícitamente utiliza el idioma como herramienta artística.

A lo largo de su carrera, la catalana ha demostrado que el riesgo creativo puede traer como resultado el éxito global. Su habilidad para unir tradición y vanguardia la ha convertido en una figura influyente más allá de la música: cada lanzamiento abre conversaciones sobre estética, narrativa o identidad cultural. Este nuevo proyecto, en cambio, introduce un componente más íntimo y, al mismo tiempo, universal: la emoción como algo que se puede moldear.

“Los resultados confirman que aprender un idioma no es solo adquirir una habilidad, sino también abrirse a nuevas formas de sentir y comprender la realidad”, señala Yolanda del Peso, portavoz de Preply. “Artistas como Rosalía demuestran que el idioma, más que una barrera, puede ser un vehículo de unión cultural y emocional”, añade.

Y tú, ¿qué emociones has experimentado escuchando LUX?