Crítica 'Wicked: Parte II': Ariana Grande y Cynthia Erivo explotan la burbuja de Oz y mandan un mensaje al mundo real

“Because I knew you I have been changed for good” (Porque te conocí, he cambiado), cantan Elphaba y Glinda en uno de los números musicales más emocionantes de Wicked: Parte II. Un verso que, echando la vista atrás, parece un epílogo de todo lo que les ha ocurrido a Ariana Grande y Cynthia Erivo desde que fueron seleccionadas para protagonizar la adaptación cinematográfica de uno de los musicales más taquilleros de Broadway. Cuatro años donde las dos actrices protagonistas no solo se metieron en el papel durante el rodaje, también en sus apariciones públicas, siendo las premieres de las dos partes de Wicked (con sus entrevistas y momentos promocionales) todo un evento de por sí.

Pero todo este sacrificio de entregarse al personaje por completo, parece que ha merecido la pena. Al menos para los espectadores quienes han terminado viendo a Glinda y Elphaba en cada detalle en la gran pantalla. Mucho más allá de una melena rubia y una piel verde.

Wicked: Parte II, más acción en Oz

Wicked: Parte II arranca justo donde termina la primera parte: con una Elphaba poderosa jurando derrotar al mago y liberar a Oz de sus mentiras. Y es ese tono dramático del final del primer acto el que se mantiene en esta segunda parte. Al igual que en la obra de Broadway, esta segunda parte de Wicked es todo tragedia. ¡Ni un respiro tienen las dos brujas! Allá quedaron los buenos momentos de la Universidad de Shiz. Y sus números musicales coloridos y alegres. Algo que hemos echado bastante en falta (para que nos vamos a engañar).

Wicked: Parte II son dos horas de desenlace que cada vez se va enredando más y que sirve para conocer mejor a los personajes. Sobre todo a Glinda, a quien los espectadores conocen mejor gracias a su desarrollo. De hecho, Wicked: Parte II está hecha para que Ariana Grande saque su lado interpretativo. Un caramelo para una actriz como ella, donde además de demostrar su capacidad vocal, tiene que interpretar a un personaje que ya, de por sí, está actuando en ese universo. Un personaje cebolla: con varias capas. Y es que Ariana es capaz de que su Glinda esté sonriendo con la cara y transmita tristeza con los ojos.

Lo mejor: las escenas de Ariana y Cynthia juntas

La química entre Ariana y Cynthia como Glinda y Elphaba sigue siendo lo mejor de este musical. En las escenas en las que vuelven a coincidir que, por desgracia, son menos que en la primera parte, tienen una atmósfera especial en la que el espectador tiene miedo de interrumpir. Como si fuese la misma pompa en la que aparece Glinda y tuvieses miedo de romperla. Sobre todo, cuando cantan For Good, volviendo a regalarnos un momento tan emotivo como el de aquel baile en Shiz de la primera cinta.

Aunque la cinta continúa desarrollando el triángulo amoroso entre Glinda, Fiyero y Elphaba, lo más interesante sigue siendo la relación de amistad entre las dos brujas. Y es que es el verdadero motor de la historia. Pero no hay mucho tiempo para ponerse sentimentalista, como buena superproducción, esta segunda parte está llena de momentos llenos de acción, donde los protagonistas corren de un lado a otro. A veces uno ya no sabe ni a dónde van. Además, el final es un auténtico regalo para los fans que hayan visto la obra en Broadway, un bonito guiño a la producción original, siendo totalmente fiel a la adaptación. No haremos spoilers.

Eso sí, esta vez encontramos dos canciones inéditas escritas por Stephen Schwartz (el compositor original): No place like home, interpretado por Cynthia Erivo; y The Girl in the Bubble, intepretado por Ariana Grande. Las dos canciones son cuquis, están bien ejecutadas y permiten que las dos artistas luzcan sus voces. El problema es que este segundo acto necesitaba un tema más Popular para relajar un poco al espectador y que saliera tarareándolo. Una canción que no puedas quitarte de la cabeza como Defying Gravity, Popular, What Is This Feeling o The Wizard and I. Y sí, conocemos la obra de Broadway y sabemos que en la primera parte es donde están los hits.

Un potente mensaje

Wicked: Parte II además lanza un mensaje más importante que nunca: intenta tener sentido crítico y no te creas todo lo que dicen los medios. Los líderes, los medios de comunicación y las celebridades pueden engañarnos. Y Glinda, a pesar de no tener magia, tiene el mayor poder: ser querida por todo el mundo. Algo que puede utilizar para manipular a la gente (sea para bien o para mal). Sea en Oz o en las Tierras de más allá. Porque para que le bien triunfe, como dice la película, a veces hay que hacer algo “malvado”.

Y es que al final Wicked: Parte II no solo es un guiño a la adaptación de Broadway, también al clásico de El Mago de Oz de 1939 donde los arco iris a los que cantaba Judy Garland como Dorothy estaban bien presentes. Porque la esperanza, 85 años después, sigue siendo necesaria. Y este musical es la prueba de ello.