BOOX Palma 2 Pro, un “móvil” de tinta electrónica que solo quiere que leas, escribas, y escuches

Ha caído en nuestras manos el nuevo BOOX Palma 2 Pro, un e-reader con cuerpo de “móvil minimalista”, pantalla a color, más potencia que sus predecesores, más memoria, 5G y soporte para lápiz. Es un dispositivo muy particular, que encajará como un guante para una porción muy concreta de lectores y que, posiblemente, deje fuera a otros.

A simple vista, el Palma 2 Pro, como el Palma 2 original, sigue pareciendo un smartphone compacto. Mantiene la pantalla de 6,13 pulgadas, el formato alargado y ese peso en torno a los 170 gramos que hace que lo puedas llevar en el bolsillo sin molestias. Tiene un lector de huellas en el botón de encendido, cámara trasera de 16 megapíxeles con flash, botones laterales que puedes usar para pasar página y un cuerpo de plástico con acabado correcto, más funcional que lujoso, pero cómodo y relativamente robusto, con diseño resistente a salpicaduras según BOOX.

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La gran diferencia frente al Palma 2 “normal” está en la pantalla. Aquí ya no hablamos de tinta electrónica en blanco y negro, sino de un panel E Ink Kaleido 3 a color. Eso significa que, por debajo, sigue habiendo una capa monocroma de 824 x 1.648 píxeles a 300 ppp, perfecta para texto, y por encima un filtro de color que permite mostrar hasta 4.096 tonos con una resolución efectiva de 150 ppp en color. Traducido a algo más terrenal: cuando lees en blanco y negro, las letras se ven tan nítidas y limpias como en un lector de gama alta tradicional; cuando entra en juego el color, las ilustraciones, portadas o elementos destacados ganan vida, pero con un aspecto más suave, tipo papel de revista mate, nunca con la saturación de una pantalla LCD.

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En la práctica, para leer libros durante mucho rato sin que se te cansen los ojos, el Palma 2 Pro cumple muy bien. La base sigue siendo tinta electrónica, el contraste es suficiente para que el texto sea cómodo y la iluminación frontal con temperatura de color ajustable permite leer tanto de día como de noche sin la sensación de “foco en la cara” de un móvil. Al tratarse de una pantalla Kaleido, eso sí, para que el color se vea realmente bien hay que tener la luz frontal encendida casi siempre, y eso le resta un poco de esa sensación de “papel puro” que tiene el blanco y negro, además de exigir un poco más a la batería.

Donde el color marca más la diferencia es en todo lo que no es texto plano. Las portadas de los libros, los gráficos, los subrayados en distintos tonos y las notas se leen mejor y se entienden de un vistazo. Si te gusta marcar ideas con colores distintos o revisar documentos donde el color sirve para separar categorías, aquí sí hay una ventaja clara frente al modelo monocromo. Y en el terreno del cómic, aunque el tamaño sigue siendo el mismo y juega en contra, al menos ya no estamos condenados al blanco y negro. Funciona bien para el color de un manga con páginas en pocos tonos, pero no es el dispositivo adecuado para meter un cómic de Marvel.

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Como decimos, el problema con los cómics no es tanto el color como el tamaño de pantalla. Las 6,13 pulgadas están genial para novela o ensayo, porque la página se adapta bien al ancho y la densidad de texto sigue siendo cómoda; aunque forcemos el tamaño de la letra, el texto siempre se adaptará al tamaño de página que tengamos. En cambio, en el cómic, el formato sufre por el tamaño: las letras se hacen muy pequeñas y acabas tirando de zoom y desplazamientos constantes, que no son la mejor forma de leer en un e-reader. El color ayuda en muchas situaciones, pero no resuelve el problema de base, que es el espacio disponible. Y, además, al tener solo 150 ppp efectivos en color, las líneas finas y los textos diminutos en las viñetas no se ven con la misma nitidez que tendríamos en blanco y negro.

La otra gran novedad de este Palma 2 Pro es el soporte para lápiz. Este nuevo gadget de BOOX es compatible con el stylus InkSense Plus y también con lápices USI, ofreciendo 4.096 niveles de presión y un enfoque clarísimo en las notas rápidas y la escritura informal. La sensación de escritura es lo suficientemente natural pero, bajo mi punto de vista, queda para usos anecdóticos como la toma de notas, ya sea en página en blanco o sobre un texto. Es perfecto para subrayar, anotar en los márgenes, usarlo como bloc de notas o capturar ideas al vuelo pero, de nuevo, el tamaño de la pantalla no invita a que nos pongamos a disertar con el stylus en la mano.

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Podemos escribir a mano como haríamos en una libreta pequeña, marcar fragmentos de nuestras lecturas con distintos colores y recuperar todo después, con la ventaja de tenerlo sincronizado en un único dispositivo. No sustituye a una tablet de 10 pulgadas si piensas tomar apuntes largos, hacer esquemas complejos o dibujar durante horas, pero sí convierte al Palma en ese bloc digital que siempre llevas encima y que no te molesta a la vista.

Por dentro, el Palma 2 Pro ha dado un salto respecto al modelo anterior. Integra un procesador octa-core con tecnología BSR para mejorar el refresco, 8 GB de RAM y 128 GB de almacenamiento ampliables con microSD, y corre Android 15 con acceso completo a Google Play. Eso, para un lector que además es persona curiosa con la tecnología, es un caramelo; permite tener varias apps abiertas e ir saltando entre ellas. Puedes instalar Kindle, Kobo, apps de bibliotecas, Pocket para artículos, clientes de RSS, gestores de tareas, plataformas de audiolibros, servicios de streaming de música y casi cualquier cosa que te ayude a construir ese “dispositivo de lectura y concentración” que buscas. Si vienes de leer en el móvil, la transición es muy natural: muchas de las apps que usas ya están ahí, pero en una pantalla que no te quema los ojos.

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El apartado de conectividad también refleja ese salto de “lector avanzado” a mini-dispositivo móvil. El Palma 2 Pro incorpora Wi-Fi, Bluetooth 5.1 para auriculares o altavoces y, aquí viene otra diferencia mayor, una bandeja híbrida con ranura para tarjeta de datos que permite conectividad 4G/5G para usar apps en movilidad sin tirar siempre del móvil como hotspot o de redes Wi-Fi. Ese detalle lo cambia todo si te gusta escuchar música, meditaciones o podcasts mientras lees o si usas aplicaciones que dependen de la nube: ya no estás atado a encontrar Wi-Fi, basta con tener una SIM de datos y listo.

Para el audio, la combinación de Bluetooth y altavoces integrados te permite poner música mientras lees o pasar de una novela a un audiolibro sin sacar el móvil del bolsillo. De repente, un e-reader de bolsillo también hace un buen papel como reproductor de podcasts y audiolibros, siempre entendiendo que la pantalla de tinta no está pensada para interfaces con animaciones constantes, pero que la experiencia de “escuchar mientras miras algo estático” es casi perfecta.

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En cuanto a batería, la capacidad ronda los 3.900 mAh y, como siempre en tinta electrónica, la percepción real depende mucho de cómo lo uses. Con lectura diaria, algo de música y brillo moderado, hablamos de varios días de uso holgado, en la línea de una carga a la semana si no abusas de la conectividad móvil y las apps más pesadas. Si mantienes siempre la luz frontal alta para exprimir el color, usas datos y escribes con el lápiz con frecuencia, la autonomía cae, pero sigue estando muy por encima de la de cualquier smartphone.

Todo esto, claro, tiene un precio. El Palma 2 Pro no es un dispositivo barato. Su etiqueta está por encima de la de los lectores básicos y muy cerca (o por encima) de e-readers de 7 u 8 pulgadas más convencionales. Aquí lo que se paga es el formato ultracompacto, la pantalla a color, la conectividad avanzada, el soporte para lápiz y ese enfoque híbrido entre lector, bloc de notas y dispositivo de audio. Por eso hablábamos de una porción muy concreta del mercado. No es el típico e-reader para alguien que compra su primer lector sin saber muy bien qué busca; es más bien un gadget para quien tiene claro que quiere una herramienta específica para leer mucho, anotar y estar conectado, pero sin caer en las distracciones visuales del móvil.

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BOOX Palma 2 Pro es un dispositivo excelente para leer libros y textos largos, igual de cómodo que el modelo en blanco y negro y ahora con el plus del color. Es una especie de “móvil de tinta electrónica” que te permite escuchar música, tomar notas con lápiz y tener tus apps de lectura y organización siempre contigo; pero su tamaño sigue acotando mucho el tipo de contenido para el que resulta realmente cómodo.

Ideal para lectores de bus y metro, por lo rápido que sale y entra del bolsillo, con el plus de tomar apuntes, subrayar y escuchar algo de música a la vez. Quizá se quede pequeño si eres lector de cómics o tu uso principal va a ser en viajes largos de avión, donde te acomodas y puedes permitirte sacar algo más grande para entretenerte.