Google sigue buscando nuevas formas para usar la IA

La Inteligencia Artificial sigue buscando su hueco en el ecosistema tecnológico actual. En el último par de años parece haberse introducido a la fuerza en todo lo que hay en internet, y no siempre para bien. Sin embargo, Google ha dado en el clavo últimamente al encontrar formas increíbles e innovadoras de usar la IA para mejorar las cosas, y hay un par de ejemplos clave de ello.

Google lleva siendo una empresa con miras a la IA desde antes de que la era de ChatGPT reinventara el término “IA” para referirse simplemente a grandes modelos de lenguaje (LLM). Solo hay que recordar las ingeniosas funciones de Android y Google que nos encantaban hace una década. Pues bien, aquello era aprendizaje automático, que precedió a las herramientas que tenemos hoy.

Después de que OpenAI se adelantara con el lanzamiento de ChatGPT, el enorme éxito de ese producto obligó a Google a ponerse al día rápidamente, se había abierto la caja de Pandora. IA por aquí, IA por allá, la IA estaba en todas partes, y a menudo no como realmente queremos. Hay mucha gente que sigue prefiriendo que la IA no esté presente en ciertos productos, como la Búsqueda de Google, pero es evidente que ha llegado para quedarse.

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Dicho esto, Google por fin ha llegado a la parte interesante, donde la IA se vuelve objetivamente útil y cumple algunas de esas ambiciosas promesas que llevamos escuchando en los últimos años.

El primer ejemplo es ‘Google Home’. La implementación de Gemini en Google Home ha dado lugar a nuevas funciones que no serían posibles sin la IA. Esto incluye el etiquetado de las grabaciones de las cámaras Nest y la posibilidad de usar el lenguaje natural para buscar en ellas.

Lo que antes requería varios minutos de desplazamiento frenético por el historial de la cámara, ahora se resuelve con una sola pregunta en la aplicación Home. No es perfecto, pero la llegada de Gemini ha sido todo un éxito para la aplicación Google Home.

Otro ejemplo es Fitbit Coach. La renovada aplicación Fitbit de Google utiliza Gemini para analizar los datos de actividad física del usuario y ofrecer así un entrenador personal impulsado por IA. Mediante respuestas en lenguaje natural, la aplicación puede ayudarnos a alcanzar nuestros objetivos de fitness con una sola conversación.

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La sencillez de los planes de entrenamiento del entrenador, junto con las vistas previas de los entrenamientos en la aplicación Fitbit, hace que empezar sea muy fácil. Y lo mejor de todo es que el entrenador es súper flexible. ¿Agujetas del día anterior? ¿Quieres cambiar de actividad física?

La opción “Ajustar plan” permite que nos expliquen todo fácilmente y solicitar un cambio, y la IA lo ajusta todo rápidamente para adaptarse a las necesidades. El Entrenador de Fitbit funciona porque se basa en lo que hizo grande a la aplicación desde el principio: la simplicidad.

La IA ha llegado para quedarse, nos guste o no, pero estos dos ejemplos de Google demuestran que existen ideas para esta tecnología que no tienen por qué parecer forzadas. A veces, simplemente hay que pensar de forma creativa.