La temporada 3 de One Punch Man está siendo un despropósito y los fans no lo aguantan

De los animes más populares de la última década, pocos han sido tan polémicos entre fans y crítica como One-Punch Man. Si bien la primera temporada fue poco menos que una obra maestra, la degradación visual de la segunda, sumada a las largas pausas entre ellas, convirtió a este anime en poco más que una broma pesada, etiqueta que ha mantenido desde entonces.

La segunda temporada destruyó casi por completo la reputación del anime, pero sorprendentemente, la gente siguió esperando con ansias la tercera, aunque solo fuera porque pensaban que era imposible que fuera peor que la segunda. Desafortunadamente, ha sido incluso peor, y tras el último episodio emitido, probablemente no quede mucha esperanza de remontada.

La tercera temporada de One-Punch Man no daba muchas esperanzas incluso antes de su estreno oficial. Tras su confirmación en 2022, pasaron tres años antes de que se publicara información alguna. Además de sus decepcionantes imágenes promocionales, los avances mostraban una animación rígida y sin acción, dejando poco que defender incluso a los fans más acérrimos.

Peor aún fue la situación con el director: no se anunció hasta un mes antes del estreno, y resultó ser Shinpei Nagai, un director con poca experiencia en anime de acción que solo había dirigido episodios de tres minutos, lo cual no presagiaba nada bueno para la serie.

El resultado final ha confirmado todos los temores. Cada episodio está plagado de mala animación y una dirección mediocre, hasta el punto de convertirse en objeto de “memes”, y a estas alturas es un milagro que una escena sea aceptable.

El episodio 5 generó mucha expectación gracias al talento de muchos animadores, entre ellos Vann Oba, quien incluso creó una cuenta atrás en redes sociales. Los fans tenían la esperanza de que este episodio finalmente cambiara las cosas. Y si bien es cierto que supuso una mejora con respecto a los anteriores, en escenas de acción como los combates de Garou contra Pochi Gigante y Orochi, los aspectos positivos del episodio 5 han sido escasos y completamente eclipsados ​​por los negativos.

Animación rígida, transiciones torpes y una acción pésima en general han plagado la tercera temporada desde el principio, siendo en muchos casos incluso peor que la de cualquier episodio anterior. A estas alturas, hay muy poco que merezca elogios. En cuanto a dirección y animación en general, es una temporada de anime innegablemente mala, mucho peor que la segunda, que ahora ya parece hasta aceptable en comparación.

Gran parte de esto se puede atribuir al cambio de equipo de animación (de Madhouse a J.C. Staff). Había un equipo de profesionales independientes con talento trabajando en la primera temporada, y ninguno ha regresado para las temporadas 2 y 3, con lo que el anime se ha visto muy perjudicado.

Dicho esto, no se puede culpar completamente a J.C. Staff. Bandai Namco, propietaria de ese y otros estudios de animación, es conocida por no brindar el tiempo y los recursos adecuados, por lo que incluso si la tercera temporada de One-Punch Man hubiera contado con un equipo excepcional, la mala gestión podría haberla arruinado igualmente.

En este punto, One Punch Man parece no tener remedio. En contraposición, otro de los animes más esperados de otoño, la octava y última temporada de My Hero Academia, está recibiendo elogios casi unánimes, con sus notas superando el 9 de media tanto en IMDb como en MyAnimeList (de las páginas más transitadas del mundillo otaku). Se puede entender que quieran darle una despedida por todo lo alto a Deku y sus compañeros, pero la envidia corroe a los fans de Saitama.