Alejandro Sanz frena a Broncano: "Deja de hacer estas preguntas a los invitados"

La semana en La Revuelta ha culminado con un invitado que no pasa desapercibido: Alejandro Sanz, recién llegado de Las Vegas tras sumar dos nuevos Latin Grammy a su impresionante colección. El artista ha acudido al programa de La 1 dispuesto a participar en el habitual juego humorístico del formato, aunque sin dejar que David Broncano cruzara ciertas líneas.

Broncano ha abierto la entrevista con su particular estilo, presentando al madrileño como si fuera una figura todopoderosa dentro de la industria musical española. Sanz ha entrado al plató entre aplausos, mientras el público ha reclamado a gritos entradas para sus conciertos. El punto de inflexión llegó cuando Broncano, fiel a su costumbre de indagar en asuntos insólitos, ha lanzado una pregunta sobre eventuales romances del cantante con familiares lejanos. Con una carcajada, Sanz ha zanjado el asunto: "Deja de hacer estas preguntas a los invitados".

La conversación ha repasado su inesperada victoria en la categoría de Mejor grabación del año con Palmeras en el jardín, donde competía contra pesos pesados como Bad Bunny. También profundizó en el galardón a Mejor álbum pop contemporáneo, otro reconocimiento que confirma su vigencia en una industria que ha cambiado radicalmente desde sus mayores picos de ventas. Broncano ha aprovechado para remarcar que el récord de discos vendidos por Sanz en España —imposible de igualar en la era del streaming— quedará para la historia.

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El cantante, siguiendo la tradición instaurada por el propio programa, ha llevado un regalo para el presentador: un espejo circular inspirado en el diseño de su nuevo single, Las guapas. Broncano ha intentado conseguir acceso al móvil del artista, una petición habitual en sus entrevistas, pero Sanz ha sido tajante: el teléfono no se enseña. En contraprestación, el programa le ha entregado un peculiar obsequio: un remo. El desconcierto del músico ha quedado patente entre bromas sobre los inusuales objetos que suele acumular tras cada visita televisiva.

En un tramo más íntimo, Sanz ha hablado de su relación con el trabajo y de cómo, durante años, ha llegado a dedicar jornadas maratonianas de más de 16 horas. Ha explicado que no encontró un equilibrio real entre su vida personal y profesional hasta hace relativamente poco, y que ese cambio le ha permitido disfrutar más del proceso creativo. También ha comentado, entre risas, una antigua revista juvenil que analizaba su firma y destacaba supuestas virtudes físicas, una anécdota que Broncano ha recuperado.

Antes de despedirse, el artista sorprendió al público anunciando que todos los asistentes estaban invitados a cualquiera de sus conciertos, eso sí, con una condición: "Tenéis que comprar el disco".