ROSALÍA anuncia su gira 'LUX Tour'. Fechas, ciudades, entradas y más

Entrevista a Siloé: "La gente se acostumbra a pagar entradas y eso es buenísimo"

La banda está inmerso en su gira más ambiciosa con un nuevo disco en camino

Siloé es una de esas bandas que demuestra que con trabajo todo es posible. Con más de 10 años de trayectoria no ha sido hasta su décimo aniversario cuando la banda ha explotado.

Con una gira por todo el país y millones de kilometros en carretera recorriendo todos los festivales del país, 2025 ha sido su año más exitoso. Con su disco Santa Trinidad encontraron el equilibrio perfecto entre el pop, el Indie y el rock. Actualmente hicieron Sold Out en el Movistar Arena que son uno de los referentes de la música en español.

En esa pequeña linea se han estado moviendo durante los últimos dos años, sin embargo, ahora se encuentran en una época de nuevos temas y nuevo disco. Desde Valladolid curan todo su trabajo con el equipo de siempre en su ciudad natal.

Ahora, tuve la gran oportunidad de juntarme con los miembros de la banda Jaco, Fito, Xavi y su inseparable manager y tocayo Óscar Herrador para hablar de los próximos movimientos, música y demás aspectos del futuro y prresente de la banda.

P: Vivir fuera de Madrid… ¿no os hace perder cosas del día a día?

R: Ese “síndrome” lo tendríamos igual viviendo en Madrid. Tengo amigos de la industria allí y tampoco van a todo. Es más una idea en la cabeza. Pierdes lo que quieres perder y vas a lo que quieres ir. Ahora, además, estamos metidos en una gira preciosa A tomar por culo y lo que viene apunta a “Campo Grande World Tour”. Aunque viviéramos en Madrid, no podríamos “estar.

P: Hablando de lo que viene: cruzáis el charco y además os juntáis con Franz Ferdinand. ¿Qué esperáis de esa aventura?

R: Lo hacemos por pura ilusión. En la furgo hablamos de mil temas, pero cuando sale “internacional” se nos iluminan los ojos. No sabemos si allí vendrán cien, doscientas o mil personas, pero la ilusión puede con todo. Llevábamos mucho tiempo intentándolo; contactamos con mil personas hasta cerrarlo. Ya habíamos coincidido con Franz Ferdinand en algún festival y estaban encantados. Solo por eso ya merece la pena cruzar el charco.

P: Les vi hace poco y es un show tremendo.

R: Es que son hits que llevan 20-25 años y siguen sonando increíble, con una estética y un setlist brutales. Recuerdo ver su show y pensar: “¡Vaya sonido! Te absorbe.” Eso impacta mucho porque, cuando una banda estalla con un disco, dices “buah”; pero que pasen los años y sigan así… es una locura. El otro día fuimos al cine a ver la nueva peli de Depeche Mode. Misma energía.

P: Y vosotros vais a hacer unos cien conciertos este año… ¿qué es lo que más agota?

R: Los viajes, sin duda. Tocar lo haríamos gratis; lo duro es la logística, los cambios de sitio, las horas de carretera. Recuerdo un fin de semana: Sonorama de noche, Plaza del Trigo al día siguiente, comer y salir volando a A Coruña… esa desubicación es lo que te tumba. Ahí no hay subidón de concierto: solo gasolineras y kilómetros.

P: La gente cree que anunciar un Movistar Arena (2027) es “ya está, somos millonarios”. ¿Cuál es la realidad?

R: Para reservar la fecha hay que adelantar mucha pasta. El show del WiZink te obliga a doblar equipo respecto a la gira: más personal, más producción… cinco tráilers, unas cien personas trabajando, calefacción que se cobra por hora… Es una inversión a largo plazo. Por eso muchos artistas optan por Rivas u otros recintos: no siempre se amortiza. Y no pasa nada; es la realidad del negocio.

P: ¿No se está “desvirtualizando” el concepto de concierto masivo? Ocho Rivieras, arenas con el primer disco…

R: Desde el COVID hay un antes y un después: la gente quiere salir, disfrutar, sentirse parte de una comunidad. Los conciertos tienen algo terapéutico. Y también hay especulación real con entradas: cupos que vuelan y aparecen en otras plataformas. La legislación siempre llega tarde: pasa con la reventa, como con la IA.

P: Aun así, los festivales son un planazo (salvo el calor y el sobreaforo).

R: Total. Es el mejor plan del mundo: diversión, amigos, música.

P:Y en 2026 venís con disco nuevo tras Santa Trinidad Andrés de Linares, que ha sido clave en vuestra carrera. ¿Cómo se encara el estudio después de un disco así?

R: Viviendo el presente. El nuevo disco de Siloé es mucho más rockero y de directo. Queríamos que lo que se siente en vivo se escuche en Spotify: menos retoque, más guitarras, baterías con estrofas irregulares, más atrevimiento. Salvando las distancias, referencias de actitud a Police o U2; un disco que fluye más y suena a banda.

P: Cuando a vosotros os emociona en el estudio, suele emocionar al público. Ese es el mejor filtro.

R: Sin duda.

P : Este año han explotado Ultraligera, Sanguijuelas, Delgado, Alcalá Norte… ¿Riesgos de crecer tan rápido con el primer disco?

R: Crecen por las canciones, punto. Ojalá se rodeen de buena crew y tomen buenas decisiones cuando puedan parar lunes-miércoles. La industria desea grupos; que ellos abran veda nos hace a todos más sanos: suben cachés, la gente se acostumbra a pagar entradas y eso es buenísimo para la música.

P: ¿Y los conciertos gratuitos?

R: Tienen su momento para dar exposición, pero hay que equilibrar. Buen ejemplo: Zaragoza (Espacio City), con entrada simbólica y parte cubierta por el ayuntamiento. Educa al público a pagar por una buena experiencia. Manolo García es un modelo: controla entradas, barras, merch, oficina… y si su entrada vale 85€ es porque lleva a los mejores profesionales y un show de tres horas. La producción cuesta dinero.

P: También hay un reto bonito en pueblos pequeños: conectar con gente que no te conoce.

R: Exacto. Nos medíamos por cuántas camisetas del grupo local veíamos al final del bolo… y aun así hacíamos el mejor concierto posible para engancharles. De eso va: tocar y conectar.

La banda seguirá haciendo historia y son el mejor ejemplo de èperseverancia, esfuerzo y talento