¿Qué ha pasado con Íñigo y Edurne? La que apuntaba a ser la primera pareja de ‘Gran Hermano 20’ rompe su relación
Un triángulo amoroso en boca de todos dentro y fuera de la casa
Íñigo y Edurne, una carpeta en peligro en 'Gran Hermano 20'. / Mediaset
La convivencia en la casa de Gran Hermano es complicada y no iba a ser diferente en esta vigésima edición. Ya no solo por las desavenencias que vemos a diario entre personas antagonistas que no encuentran un punto en común que les haga mantener una buena relación. También por los acercamientos que se producen que, si tienen que ver con el corazón, sufren muchos vaivenes en una situación tan poco usual como estar encerrados.
Uno de los primeros acercamientos se produjo incluso antes de entrar en la casa de Tres Cantos. Dos de los concursantes se conocieron en el casting y ya hubo química entre ellos: Edurne e Íñigo. Les hizo ilusión reencontrarse en la casa.
Ambos pasaron su primera semana en la pajarera, viviendo en su primera burbuja y creando una relación que prometía ir a más. De hecho, ambos confesaron que se sentían atraídos, pero que les asustaba dar un paso más por temor a perder la bonita amistad que habían creado entre ellos.
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Además, como Edurne le desveló a Patricia, él todavía no sabe nada de su proceso de transición y no había sido el primero al que se lo había contado.
La convivencia de Íñigo y Edurne fuera de la pajarera
Pero la situación idílica que vivieron cuando estuvieron solos viviendo como pájaros, se ha empezado a desestabilizar al compartir casa con el resto de compañeros. Es verdad que seguían las conversaciones íntimas y los acercamientos, pero algo empezaba a fallar e Íñigo empezó a ver con malos ojos la cercanía de Edurne con Jonay.
Y todo estalló cuando a ella le preguntaron con quién se vería teniendo algo más fuera de la casa y en lugar de decir solo su nombre añadió el de Jonay y el de Raúl. “He tomado una decisión”, fue la reacción de Íñigo.
Llegaba la conversación en la que él exponía cómo sentía que las cosas entre ellos habían cambiado por mucho que ella insistiese en que dormían juntos y pasaban el día pegados el uno al otro. “No es eso, no son actos, es la sensación. No siento esa cercanía contigo, no siento que acudas a mí como antes, me siento desplazado y que ha evolucionado hacia Jonay y hacia mí se ha ido, ¿te gustaría que como relación congeniara mejor con Patri?”, le preguntaba él.
"No me he dejado llevar como en la calle y mi sensación es que te estoy perdiendo, que cada vez estás más lejana y me está afectando. Pues corto y no pierdo más el tiempo", añadía dejando claro que había una incompatibilidad de caracteres. Está claro que no ven las cosas de la misma manera.
Íñigo y Edurne: Una relación rota
Parece que la decisión de Íñigo no sentaba demasiado bien a Edurne que se desahogaba en el confesionario. “Se acabó porque está harto de las bromas, del sexo y tal, ¿perdona? Y luego me dice que nuestros caracteres no son compatibles, ¿perdona?”, le explicaba al Súper.
Ella está convencida de que ha sido una cuestión de celos, algo que él niega. Mientras Íñigo se desahogaba con Almudena y acababa llorando, ella hablaba en el confesionario con Jonay y le preguntaba por Íñigo mientras aseguraba, entre risas, que “es un tóxico de m*erda, que le aguante su p*ta madre”.
Tampoco se ponían de acuerdo sus defensores en plató. Mientras que el amigo de Íñigo ponía de relieve las risas de Edurne mientras su amigo estaba llorando y lo exagerado que era llamarle tóxico, la prima de ella insistía en que no puede pretender acapararla solo para él.
Posicionamientos en la ruptura
El caso es que ahora ya no se hablan, no hay relación entre ellos y están entrando en esa fase de hablar mal el uno del otro. Ella asegura que Íñigo se ha montado una película digna del Goya. Y en la calle también hay un debate y público que se posiciona de uno u otro lado.
En la casa todo puede pasar y se vive con tanta intensidad que todo puede cambiar de un momento a otro. ¿Habrá reconciliación o ya no hay vuelta atrás?
