¿Qué es un theremín, uno de los instrumentos musicales más raros que se toca sin tocarlo?

Theremín / michelangeloop

Bien podría pasar por un instrumento del futuro, pero todo lo contrario. El theremín es uno de los equipos musicales más extraños y fascinantes de la historia de la música. Inventado en 1920 por el físico ruso Léon Theremin, se caracteriza por algo único: se toca sin contacto físico. El intérprete mueve sus manos en el aire, cerca de dos antenas, y así controla el tono y el volumen. El resultado es un sonido etéreo, vibrante y casi fantasmal, que ha marcado la estética sonora de películas de ciencia ficción y terror, además de influir en géneros como el rock, la música experimental e incluso la clásica.

Este instrumento no solo es raro por su técnica, sino lo que representa: una fusión entre ciencia y arte que abrió la puerta a la música electrónica. Su estética futurista y su sonido hipnótico lo han convertido en un objeto de culto, admirado tanto por músicos como por curiosos.

¿Cómo funciona el theremín?

El mecanismo del theremín se basa en la interferencia de ondas electromagnéticas. Tiene dos antenas:

  • La antena vertical controla la altura del sonido (las notas).
  • La antena horizontal regula el volumen.

Cuando el intérprete acerca o aleja sus manos, modifica la frecuencia de osciladores internos, generando variaciones que se transforman en sonido. No hay cuerdas, teclas ni botones: solo aire y precisión. Esta técnica convierte cada interpretación en un acto casi coreográfico, donde la postura y el movimiento son esenciales.

Un invento adelantado a su tiempo

Léon Theremin creó este instrumento en plena efervescencia tecnológica del siglo XX, mientras experimentaba con sensores y ondas de radio. Lo presentó como una maravilla científica y artística, y pronto se convirtió en el primer instrumento electrónico de la historia. Su carácter innovador lo llevó a escenarios insólitos:

  • En los años 50 y 60, Hollywood lo adoptó para ambientar películas de ciencia ficción y terror.
  • Más tarde, grupos como The Beach Boys lo popularizaron en el pop con Good Vibrations.

Hoy, aunque sigue siendo un nicho, hay comunidades de intérpretes y fabricantes que lo mantienen vivo, incluso con versiones digitales y aplicaciones móviles.

¿Por qué sigue fascinando?

El theremín no solo es música: es espectáculo visual. Ver a alguien tocarlo es como presenciar un truco de magia. Las manos flotan en el aire y, sin tocar nada, surgen sonidos que parecen venir de otro mundo. Esa mezcla de ciencia, arte y misterio lo convierte en un objeto de culto. Además, su sonido único sigue inspirando a compositores que buscan atmósferas espaciales o experimentales.

Aprender a tocarlo, sin embargo, no es sencillo. Requiere oído absoluto o una gran sensibilidad para controlar las variaciones milimétricas de las manos. Por eso, muchos lo consideran más un desafío artístico que un instrumento convencional. Aun así, su legado es indiscutible: abrió la puerta a la música electrónica y demostró que la tecnología puede transformar la forma en que entendemos el arte sonoro.

El theremín en la cultura popular

Este instrumento ha dejado huella en la cultura audiovisual. Desde clásicos del cine como Ultimátum a la Tierra hasta series modernas, su sonido se asocia con lo extraño y lo futurista. También ha aparecido en conciertos de rock progresivo, música experimental y hasta en videojuegos. Su estética retrofuturista lo mantiene vigente como símbolo de innovación.

Sin duda, el theremín es mucho más que una rareza musical. Es historia, innovación y espectáculo. Un instrumento que, a pesar de no tocarse, sigue tocando la imaginación de quienes lo descubren.

Alba Benito

Periodista porque uso el teclado para algo más...