El concierto de Anuel AA en Madrid sigue la tónica de toda su gira en España: Impuntualidad y final accidentado

Comprar entradas para un concierto de Anuel AA es una especie de aventura de riesgo. Nunca sabes si finalmente podrás verle o no. Este noviembre está de gira por España y no exento de contratiempos. Real hasta la muerte Tour –una gira que lleva el título de su debut discográfico de 2018- ha sufrido varios incidentes en nuestro país.

Primero canceló su visita prevista en A Coruña. Luego llegaron los aplazamientos en Sevilla y Valencia. En Pamplona tuvieron que esperarle varias horas para verle sobre el escenario. Y esa parece ser la tónica del artista que no parece tomarse muy en serio los horarios. En Barcelona también tuvieron que esperarle y al final, encendieron las luces y la bajaron el micrófono antes de que hubiera acabado.

Algo que se ha repetido en su primera fecha en Madrid. Este domingo era su primer Movistar Arena. El venue ya compartía un mensaje a la hora prevista del comienzo: “Movistar Arena informa que el concierto de hoy no puede dar comienzo a la hora anunciada por el retraso en la llegada del artista. Seguiremos informando”.

Una hora después, llegaba un segundo mensaje del recinto: “Movistar Arena informa que el artista acaba de entrar al recinto, por lo que el concierto podrá comenzar en los próximos minutos”.

Sus fans ya tenían claro que algo así podía suceder. De hecho, había quién ya había subido vídeos asegurando que tras 25 horas haciendo cola con temperaturas bajo cero, esperaban que no les fallase.

Un concierto con final tenso

Con retraso, como suele ser normal en él –ya lo vivimos en La Velada en el Bernabéu-, salía al escenario y desplegaba su repertorio de éxitos, casi todos singles colaborativos que no encontramos en sus álbumes. Una buena dosis de trap y reguetón que encantó a su público.

Desde el minuto uno que salió con ese micrófono con una cruz de neón adherida no dejó en enloquecer a un público completamente entregado que coreaba cada una de sus canciones.

El drama volvió a llegar cuando el recinto, con horario de cierre, tuvo que parar el concierto de manera abrupta a eso de las 11.15, un cuarto de hora más tarde de lo habitual. Al ver que el cantante no terminaba, le tuvieron que cerrar el micrófono. Fue el público el que siguió con la canción.

Finalmente, el cantante abandonó el escenario y la gente empezó a pedir otra, con razón, porque apenas una hora y cuarto les parecía poco para lo que habían pagado y esperado. Hasta Javi de Hoyos se hacía eco del lío que se montó y explicaba las limitaciones horarias que tienen este tipo de recintos que se encuentran en el centro de la capital.

El próximo concierto será esta misma noche en Madrid, veremos si tienen más suerte. Pasado mañana volverá de nuevo a Barcelona y coincidirá con su 33 cumpleaños. ¿Decidirá acudir a tiempo o se quedará celebrando su fiesta con los suyos? Y cerrará gira el 28 de noviembre en Valencia.

Mientras siga vendiendo entradas, no encontrará motivo para profesionalizar su actitud. Muchos de sus fans siguen defendiendo que, pese a todo, merece la pena comprar una entrada para verle en directo.

Veremos qué pasa esta noche.