El Galaxy Ring objeto de una peligrosa demanda

Oura, pionera en el mercado de los ‘smart rings’ o anillos inteligentes, ha presentado una demanda contra Samsung y otras tres marcas que han lanzado este tipo de dispositivo vestible. La empresa famosa por sus productos de seguimiento de actividad física alega que sus rivales han utilizado ilegalmente su patente en sus productos y exige el pago de royalties.

La empresa finlandesa también demanda a otras tres compañías: Nexxbase Marketing, Reebok (que seguramente nos suena más por las zapatillas deportivas) y Zepp Health. La patente de Oura en cuestión (con número 11.868.178) se titula «Dispositivo informático portátil».

Oura presentó la demanda ante el Tribunal de Distrito de Estados Unidos el mes pasado, pero no la ha anunciado públicamente hasta esta semana. La empresa afirmó haber tomado esta medida tras defenderse de múltiples ataques injustificados contra su cartera de patentes.

Su patente describe un dispositivo en forma de anillo que integra sensores, componentes electrónicos y baterías en una disposición específica. Destaca el uso de un diseño de batería curvado para la fabricación de anillos inteligentes delgados.

Anteriormente, Oura utilizó la misma patente para demandar a las empresas Circular, Ringconn y Ultrahuman, logrando que las dos primeras si acabasen pagando los royalties. La tercera, Ultrahuman, se negó a pagar y está apelando una orden de cese y desistimiento de la ITC que le prohíbe vender sus anillos inteligentes en Estados Unidos.

En 2024, Samsung demandó a Oura antes de que esta pudiera demandarla. La empresa surcoreana declaró que Oura estaba infringiendo indiscriminadamente sus patentes contra todos sus competidores y que sus patentes son excesivamente amplias.

Samsung afirmó que Oura reclama la propiedad de características comúnmente utilizadas en la fabricación de prácticamente todos los anillos inteligentes. Algo así como si alguien hubiera patentado los vehículos de cuatro ruedas y ya nadie pudiera fabricar un coche sin pagar los derechos.

Por lo tanto, la empresa está intentando invalidar la patente. A principios de 2025, un juez federal desestimó la demanda preventiva de Samsung, argumentando que las declaraciones generales de Oura no iban dirigidas a Samsung y que no parecía probable que Oura hiciera valer sus patentes contra ellos. Pero parece que la ITC se equivocó, y Oura si ha demandado a Samsung, que nunca vienen mal unos eurillos más en el bolsillo.

Es probable que Samsung luche con todas sus fuerzas contra Oura en los tribunales para invalidar la patente de la empresa finlandesa, y poder desarrollar en paz sus anillos. Solo el tiempo quien terminará teniendo la razón.