Tiësto regresa al trance con su nuevo sencillo 'Bring Me To Life'
El dj neerlandés se reencuentra con sus raíces sonoras y causa furor en su público
DJ Tiësto, en una imagen de archivo / Jason Koerner (Getty)
Después de años explorando sonidos más comerciales como el EDM, el big room y colaboraciones con artistas del pop, Tiësto ha sorprendido con el estreno de Bring Me To Life bajo el sello Spinnin’ Records. El tema, realizado junto al proyecto FORS, combina atmósferas expansivas, vocales etéreas y una construcción melódica envolvente que recuerda a su etapa más icónica.
Un lanzamiento que marca un reencuentro con las raíces sonoras que lo convirtieron en uno de los DJs más influyentes del planeta. El productor neerlandés recupera el estilo que lo catapultó a la fama a finales de los 90 y principios de los 2000, cuando sus himnos trance dominaron festivales y listas de éxitos.
El DJ había dejado entrever en entrevistas recientes que sentía la necesidad de volver a casa, y este lanzamiento confirma esa intención. Para muchos seguidores, se trata de un gesto nostálgico pero también de una declaración artística: Tiësto quiere reconectar con el género que definió su identidad.
LOS40 Dance
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Bring Me To Life no es un simple guiño al pasado. Según medios especializados, el tema es el primer adelanto de un nuevo álbum previsto para 2026, con el que Tiësto planea profundizar en esta reconexión con el trance. La campaña de lanzamiento incluyó un nuevo logo inspirado en el símbolo que usaba en 1999, reforzando la idea de que se trata de un renacimiento artístico.
El regreso al trance no puede entenderse sin repasar los éxitos que cimentaron su carrera. Tiësto se convirtió en referente mundial gracias a producciones que hoy son clásicos del género como Adagio for Strings (un himno de festivales), Flight 643, Lethal Industry (una de sus señas de identidad), Traffic o Love Comes Again (una de sus escasas colaboraciones trance junto a BT).
Estos éxitos no solo le dieron prestigio, sino que lo posicionaron como cabeza de cartel en festivales como Trance Energy, Sensation y Tomorrowland, además de convertirlo en el primer DJ en actuar en la ceremonia de apertura de unos Juegos Olímpicos (Atenas 2004).
La recepción inicial ha sido positiva: críticos y fans destacan que el sencillo recupera la esencia melódica y atmosférica que definió al género en su época dorada, pero con una producción moderna que lo hace competitivo en la escena actual.
