'Eurovisión' introduce una reforma profunda de su sistema de votación tras las críticas por el resultado de Israel
El próximo 16 de mayo de 2026 tendrá lugar la edición más polémica de la historia
Eurovisión 2025. / Harold Cunningham
La dirección del Festival de Eurovisión ha decidido emprender una remodelación de su método de votación después de que la actuación israelí en la última edición desencadenara un intenso debate entre varias radiodifusoras europeas. Lo que comenzó siendo un desacuerdo interno se ha transformado en una de las polémicas más comentadas del certamen en años, obligando a sus organizadores a replantear su modelo de participación.
El origen del conflicto se remonta a la final celebrada en Basilea, donde el cantante Yuval Raphael obtuvo un respaldo masivo del televoto, liderando con holgura la clasificación popular. Sin embargo, al sumar las calificaciones de los jurados profesionales, Israel terminó ocupando la segunda posición, por detrás de Austria. Aunque estas oscilaciones entre votación pública y jurado no son nuevas en el formato, el volumen de apoyo ciudadano hacia Israel sorprendió a numerosas delegaciones.
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Este resultado provocó que televisiones públicas de países como Irlanda, Países Bajos, Bélgica, España, Islandia y Finlandia solicitaran explicaciones adicionales y una revisión técnica del proceso. La Unión Europea de Radiodifusión (UER) afirmó que las comprobaciones internas realizadas después del concurso confirmaron que el recuento era válido. Pese a ello, la presión siguió acumulándose y la institución reconoció la necesidad de afrontar el malestar generado.
Los cambios para 2026
La respuesta ha llegado en forma de una batería de modificaciones que marcarán la edición de 2026, prevista en Viena. La principal novedad afecta al número de votos disponibles para cada espectador, que se reducirá a diez con el objetivo de limitar posibles concentraciones de voto coordinado. También regresarán los jurados a las semifinales, restaurando un modelo híbrido en el que el jurado y el público tendrán un peso idéntico en la final.
La UER ampliará además el número de integrantes de cada panel nacional, que pasarán a ser siete, e incorporará obligatoriamente a jóvenes de entre 18 y 25 años. Con ello se busca que la composición de los jurados refleje mejor la diversidad generacional que caracteriza al público del festival. Todos los miembros deberán firmar un compromiso formal de independencia.
Otra de las líneas de actuación se centra en la promoción de los artistas. A partir del próximo año, las delegaciones no podrán participar ni colaborar en iniciativas externas que pretendan influir en la votación. Esta restricción responde a informaciones publicadas tras la última edición, según las cuales organismos estatales israelíes habrían impulsado campañas en redes sociales y anuncios para favorecer a su candidato.
"Restablecer la confianza del público"
Martin Green, responsable ejecutivo del certamen, ha explicado que supuestamente la prioridad es "restablecer la confianza del público" y garantizar que Eurovisión siga siendo un espacio dedicado a la música. En los últimos meses, algunos países, como España, han sugerido incluso la posibilidad de ausentarse de la edición de 2026 si Israel continúa participando.
La final de Eurovisión 2026 se celebrará el 16 de mayo, en un contexto en el que la organización aspira a recuperar una estabilidad de la que el mundo actual injustamente carece.
Lola Rabal
Recién graduada en Periodismo y Comunicación...Recién graduada en Periodismo y Comunicación Audiovisual por la URJC. Viví en Chicago, donde descubrí el jazz y la producción musical. Desde entonces estudio danza clásica, piano y lenguaje musical. He pasado por Vogue, New Rock, Cadena Dial y ahora finjo saber en LOS40. Sigo buscando al sucesor de Quincy Jones.