Romeo Santos y Prince Royce firman un hito para la bachata con 'Better Late Than Never', su álbum conjunto
Un hito para un género musical

Prince Royce y Romeo Santos, dos referentes de la bachata / PABLO GARCIA ALOHA FILMS
El imaginario de la bachata llevaba más de una década fantaseando con un momento así. Dos de las figuras más influyentes del género, Romeo Santos y Prince Royce, unen por primera vez sus caminos en Better Late Than Never, un álbum conjunto que marca un antes y un después en la música tropical actual. Y es que el proyecto llega como un gesto inesperado que ha revolucionado al público.
A diferencia de otros lanzamientos, Santos y Royce optaron por construir este proyecto desde el silencio absoluto. Ninguno adelantó singles ni pistas que revelaran la magnitud del encuentro. Fue un secreto mantenido con precisión milimétrica. El resultado: trece temas inéditos concebidos como una obra cerrada, en la que Romeo firma todas las composiciones y Prince Royce deja su huella en cuatro de ellas.
El disco refleja el sello inconfundible de Santos como productor, pero también una ambición sonora que va más allá del canon clásico de la bachata. El artista se permite estirar los límites del género con arreglos que suenan a R&B, afrobeat, los ritmos urbanos y otros sonidos contemporáneas. Ese enfoque híbrido se convierte en una de las claves del proyecto y plantea una escucha fresca de un sonido profundamente arraigado en la cultura caribeña.
LOS40 Urban
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Entre los cortes más llamativos se encuentra Dardos, una pieza que se mueve entre la sensualidad del R&B y la cadencia de la tradición dominicana. La propuesta combina violines, guitarras de distinto color y una base rítmica que bebe del afrobeat, mientras la letra profundiza en una relación marcada por reproches, heridas abiertas y la toxicidad emocional. Santos y Royce incorporan referencias astrológicas y expresiones propias de República Dominicana para enriquecer la narrativa, lo que aporta textura y contemporaneidad al relato.
En Jezabel, los artistas construyen un viaje más intenso, donde la pasión es el motor principal. Aquí, los elementos de R&B conviven con pulsos de reggaeton, generando un ambiente nocturno que potencia el dramatismo de la historia. Por otro lado, Ay, San Miguel! se presenta como un homenaje directo al Caribe. El tema introduce guiños a la bomba puertorriqueña y reivindica la influencia de las raíces folclóricas en la evolución de la bachata moderna.
El cierre del álbum llega con La Última Bachata, que se aleja de la experimentación para abrazar una estética más clásica. Inspirada en el bolero y en el sonido vintage de décadas pasadas, la canción funciona como un tributo a grandes voces que marcaron la cultura musical global. Entre ellas, figuras como Selena Quintanilla, Michael Jackson, Jenni Rivera, Prince y referentes dominicanos como Yoskar Sarante o Ruby Pérez. Es un final cargado de simbolismo, en el que la nostalgia se convierte en homenaje.
En cuanto a las letras, el proyecto transita con naturalidad entre el español y el inglés, reflejando la doble identidad cultural de ambos artistas y la influencia directa de Nueva York en sus carreras. La ciudad, epicentro de la comunidad dominicana en Estados Unidos, aparece como escenario recurrente y punto de conexión emocional. Aun así, mantienen su sello narrativo: historias que giran en torno al amor, el desamor, el deseo y la vulnerabilidad, con una sensibilidad poética que sigue siendo uno de sus rasgos más reconocibles.
El único artista invitado en este trabajo es Dalvin La Melodía, una de las voces emergentes de la nueva generación dominicana. Su participación en Menor establece una unión entre distintas etapas del género y suma frescura a la propuesta.
Better Late Than Never no solo une a dos de los nombres más emblemáticos del género: también abre una nueva puerta para la bachata, demostrando que la tradición y la innovación pueden convivir sin perder esencia.












