RTVE mantiene su postura: España no irá a Eurovisión 2026 si Israel participa
La comparecencia del presidente de la Corporación, José Pablo López ha puesto fin a la duda

Yuval Raphael, representante de Israel en Eurovisión 2025 / picture alliance
Tras semanas de incertidumbre y debate político, RTVE ha comunicado este jueves su postura definitiva sobre la participación de España en el Festival de Eurovisión 2026. La comparecencia del Presidente de la Corporación, José Pablo López, ante la Comisión Mixta de Control Parlamentario, ha puesto fin a la duda que mantenía en vilo a seguidores y artistas del Benidorm Fest y es que si va Israel a Eurovisión, España no participará en Eurovisión.
Tras días de debate, López ha señalado que "La posición de RTVE no se ha visto alterada". "En primer lugar por el genocidio que se ha perpetrado en Gaza" ha explicado el Presidente. "El festival de Eurovisión es un concurso, pero los derechos humanos no son un concurso" añadió de forma tajante el presidente de la Corporación.
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"Hay otra cuestión, el incumplimiento sistemático de las normas del concurso. No ha sido sancionada nunca. Cualquier otro país que hubiera llevado a cabo esta utilización de Eurovisión estaría sancionado y expulsado", ha añadido López.
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López ha desvelado que ha recibido una carta del director general de la UER, Noel Current, en la que, "gracias a la presión de RTVE se van a adoptar una serie de medidas para proteger al Festival".
No obstante, estos cambios no son suficientes: "Desde aquí manifiesto que no son suficientes ni garantizan la intromisión del Gobierno de Israel o cualquier otro gobierno. Para ellos el concurso es más que un concurso y tiene una derivada política muy importante".
Cuál es la polémica de Israel
La controversia surgió a raíz de la presencia de Israel en el certamen, en medio de las denuncias internacionales por la ofensiva en Gaza. En septiembre, el Consejo de Administración de RTVE aprobó por mayoría absoluta que España no participaría en Eurovisión 2026 si Israel seguía en la competición, convirtiéndose en el primer miembro del Big Five en adoptar una postura tan drástica. Esta decisión abrió un intenso debate sobre la politización del festival y el papel de las televisiones públicas en conflictos internacionales.
Por su parte, la UER ha confirmado que Israel seguirá en Eurovisión, descartando someter su participación a votación. No obstante, para calmar las críticas, ha introducido cambios en el sistema de votación: reducción de votos del público, regreso del jurado profesional en semifinales y medidas contra campañas coordinadas. Sin embargo, estas modificaciones no han frenado la presión política ya que más de 50 eurodiputados de 15 países han pedido la expulsión de Israel, alegando que su presencia supone un “blanqueamiento” en medio de investigaciones por crímenes de guerra.
Cabe señalar que desde Eurovisión se sostienen en el argumento de que el festival se trata de un evento apolítico Eurovisión nació para unir a Europa a través de la música, pero la próxima edición se ha convertido en un escenario de tensiones diplomáticas. Además, el veto de Rusia a raíz del conflicto con Ucrania también pone en tela de juicio la doble vara de medir de la organización, según los que defienden el veto de Israel















