Fallece Danny Seagren, el primer Spider-Man de la historia, a los 81 años

El mundo del espectáculo ha perdido a un pionero: Danny Seagren, quien fuera el primer actor en interpretar a Spider-Man en imagen real, ha fallecido a los 81 años. La familia del actor lo ha confirmado mediante un comunicado fechado el pasado 10 de noviembre, en el que expresaron su gratitud por las condolencias recibidas y anunciaron que están organizando un acto público de despedida. La noticia ha sido comunicada inicialmente por el medio británico The Sun.

Aunque hoy el superhéroe es un gigante del cine blockbuster, la primera encarnación de Spider-Man ante una cámara realmente fue la de Seagren, en los años setenta. En aquel entonces, participaba en The Electric Company, un programa educativo concebido por PBS con el objetivo de fomentar la lectura infantil. Dentro del programa, se emitían pequeñas secciones con título Spidey Super Stories, en las que Seagren se enfundaba un traje rojo y azul, convirtiéndose en un Spider-Man mudo: sus intervenciones no eran habladas, sino que aparecían en la pantalla en forma de viñetas de texto.

La carrera profesional de Danny Seagren

Pero la trayectoria de Seagren no comenzó allí. Daniel Morley Seagren llegó a Nueva York con aspiraciones de convertirse en bailarín profesional. Su vida dio un giro inesperado en 1968, cuando conoció a Jim Henson, el creador de los Muppets. Henson lo decidió preparar personalmente en el arte de la manipulación de marionetas, a pesar de su carencia de experiencia previa. El progreso fue tan rápido que apenas dos semanas después de recibir su primer títere, Seagren ya estaba actuando en The Ed Sullivan Show, un programa emblemático de la televisión estadounidense.

Gracias a esa formación, obtuvo una puerta de entrada al mundo del entretenimiento infantil. Posteriormente colaboró en Barrio Sésamo, llegando a asumir en ocasiones el rol de Paco Pico —más conocido como Big Bird— en reemplazo de Caroll Spinney, tanto en episodios como en presentaciones públicas.

La audición para convertirse en Spider-Man fue tan poco convencional como memorable. Según contó en entrevistas, para impresionar al productor subió sobre un mueble archivador, dio un impulso sobre su hombro y aterrizó sobre una mesa. Aquella exhibición física fue suficiente: "Le dejé sin palabras. Me dijo: 'tienes el papel'", recordaba entre risas. A lo largo de los años confesó que jamás se sintió ridículo tras la máscara, y que valorar ese papel fue una de las mayores satisfacciones de su carrera.

Con su fallecimiento desaparece una figura clave en el tránsito de Spider-Man desde la cultura televisiva infantil hasta convertirse en el icono global que hoy conocemos. Sus aportaciones a la danza, al títere y a la televisión educativa lo revelan como un artista versátil, que supo adaptarse a diferentes formatos y conquistar al público con talento y entrega. En el recuerdo de quienes crecieron viéndolo, Danny Seagren seguirá siendo el Spider-Man que enseñó a leer.