El presidente de RTVE se harta de las presiones en Eurovisión y deja claro que no es un concurso de canciones
Un mensaje en X que dice mucho de lo que está pasando con el Festival de la Canción
Yuval Raphael de Israel en Eurovisión 2025 / picture alliance
Queda mucha tela que cortar en Eurovisión. Lejos de solucionarse el conflicto que mantiene en jaque el correcto desarrollo del festival, el presidente de RTVE, José Pablo López, ha denunciado públicamente las presiones que se están ejerciendo para que Israel participe en su próxima edición, según las últimas informaciones.
La noticia en cuestión ha sido publicada por la agencia Reuters y en ella se asegura que, a pocos días de que se celebre la asamblea general en la que se tomarán las medidas oportunas para Eurovisión 2026 —entre ellas la participación o no de Israel—, Alemania ha comunicado internamente que abandonará el Festival de la Canción si el país en cuestión es expulsado del concurso.
El máximo responsable de la cadena pública no ha tardado en reaccionar, asomándose a X (anteriormente Twitter) para denunciar las presiones que están llegando y dejando claro el sentido político de Eurovisión: “El descontrol del festival, las presiones y las injerencias políticas en Eurovisión son ya indisimulables”, ha escrito. “Con esta situación quieren que avalemos un nuevo reglamento que ya nace inservible. Y decían que era un concurso de canciones”.
RTVE lo tiene claro
En este contexto, la UER (Unión Europea de Radiodifusión) afronta una asamblea decisiva en la que se evaluará tanto la continuidad de Israel en Eurovisión 2026 como la aprobación de un nuevo paquete de reformas para reforzar la transparencia del sistema de votación. Aunque varios países, entre ellos España, Irlanda, Islandia o Países Bajos, condicionan su participación a la expulsión de Israel, todo apunta a que la organización no contempla someter este punto a voto.
En ese sentido, España lo tiene claro, tal y como también dejó claro el presidente de RTVE en la última comisión de control: “Cualquier otro país que hubiera llevado a cabo esta utilización de Eurovisión estaría sancionado y expulsado”, dijo José Pablo López. “Desde aquí manifiesto que no son suficientes [las medidas] ni garantizan la no intromisión del Gobierno de Israel o de cualquier otro gobierno. Para ellos el concurso es más que un concurso y tiene una derivada política muy importante”.
Por el momento, la pelota está en el tejado de la UER. Una vez se confirmen las medidas tomadas para la siguiente edición, que este año se celebrará en Austria, le tocará a España pronunciarse sobre su participación y cumplir con su palabra si finalmente Israel permanece como país de pleno derecho en la competición.