Lo que piensa Bad Gyal sobre sus inicios al ver uno de sus primeros videoclips diez años después

Bad Gyal ha vivido esta noche uno de esos momentos televisivos que solo funcionan cuando hay complicidad. La artista catalana ha acudido a Late Xou, el programa de Marc Giró en RTVE, para presentar FUMA, su nuevo single, pero ha terminado regalando una de las reacciones más espontáneas de la velada. Giró, conocido por su sentido del humor, ha decidido rescatar Indapanden, uno de los primeros temas y videoclips de la artista, un documento casi arqueológico de su explosión inicial en la escena urbana.

Lejos de esquivarlo o tomárselo con incomodidad, Bad Gyal ha observado aquellas imágenes de hace casi una década con una mezcla de ternura y lucidez. Al recordar tanto Indapanden como Da Me, dos piezas fundamentales de su discografía, ha reflexionado: "Siento que mi esencia es la misma y las cosas que me gustan siguen siendo las mismas". Su reacción no ha sido solo un guiño simpático al pasado, sino una reivindicación de la coherencia que ha mantenido a lo largo de su trayectoria.

El fenómeno que rompió el hielo para una generación

Los comienzos de Bad Gyal forman parte ya de la mitología reciente de la música urbana hecha en España. De forma completamente independiente, con videoclips autoproducidos y un sonido que mezclaba dancehall, reggaetón y una estética digital adelantada a su tiempo, la artista irrumpió en un momento en que la industria local apenas ofrecía espacio a propuestas así, y menos aún lideradas por mujeres. Canciones como Pai o la propia Indapanden circularon primero por internet antes de convertirse en himnos que marcaron su identidad.

Sin apoyo institucional, sin presencia en radios, sin nominaciones a premios y sin el beneplácito inicial de los grandes medios, Bad Gyal ha levantado una carrera desde el margen, apoyada únicamente por el público que la escuchaba y compartía su música.

La reflexión que Bad Gyal que ha hecho en Late Xou resume mejor que nada su evolución: no reniega de su pasado porque ese pasado sigue estando en el centro de lo que es hoy. Lo que ha cambiado no es su esencia, sino la dimensión que ha alcanzado. Pero más allá de los números, su impacto tiene otra lectura igual de relevante: Bad Gyal ha abierto una brecha en un género donde durante años se repetía que las mujeres “no encajaban”. Su existencia profesional —y su éxito sostenido— desmintieron todos esos discursos. Y al hacerlo, pavimentó el camino para una nueva generación de artistas que hoy encuentran un espacio más amplio, más respetado y más visible.

Para muchas jóvenes, ya sean artistas emergentes o simplemente amantes del género, Bad Gyal es un referente porque demostró que era posible hacerse un lugar en una industria que durante demasiado tiempo actuó como barrera. Lo que ella rompió no lo rompió solo para sí misma: lo hizo para todas.