Rozalén publica 'Efímera' y anuncia tres conciertos para despedirse antes del "descanso de la guerrera"

No se puede dar un "hasta pronto" solo con palabras; al menos, que esas palabras lleguen cantando. Y esa, precisamente, es la manera en la que Rozalén ha decidido despedirse de su público antes de tomarse el "descanso de la guerrera": cantando, como lleva cantando sin descanso desde hace 15 años.

A principios de semana la cantante albaceteña oficializaba esta retirada indefinida con un video a través de redes sociales. 48 escasa horas después, como ya anticipó, ha decidido despedirse temporalmente como la ocasión lo merece, y Efímera ha sido el título de esta canción.

Un merecido descanso

Marcar un punto y aparte nunca es fácil; un paréntesis muchísimo menos. Y es que es la mejor metáfora para hablar de la pausa que Rozalén ha decidido tomarse para recuperar fuerzas. Sin embargo, y aunque Efímera llega ahora como un mensaje de despedida, el origen de este single se remonta tiempo atrás, concretamente hace cinco años; fue en aquél momento cuando la de La puerta violeta comenzó intuir que necesitaba un descanso.

Pero ¿Porqué la cantante no se tomó el descanso pertinente en 2020? Con total transparencia la artista llegó a la conclusión de que entonces "no era su momento"; ahora, como confirma a través de un comunicado de prensa, ha sentido la necesidad real de parar. Y es que, aunque "todo es efímero", como canta en este single, Rozalén ha matizado que todo lo vivido, incluso lo más difícil, ha merecido la pena.

Sin embargo, Rozalén aún se guarda un as bajo la manga: tres conciertos en la sala Galileo Galilei — 28, 29 y 30 de diciembre — en los que, ahora sí que sí, se despedirá por todo lo alto de sus fans más acérrimos. Las entradas estarán disponibles a partir de este domingo.

La letra de 'Efímera', de Rozalén

Me dicen que no hay que dormirse, me obligo a hacer ya una nueva canción,

alegre que tenga buen ritmo, letra pegadiza porque todo es efímero,

me dicen que sí, cuánto premio, que canto con todos, que que años más buenos,

que se me ve luminosa siempre sonriendo con brillo en el pelo,

y yo que he derribado los muros de mi esqueleto,

que tengo las hojas en blanco, el tarro vacío, que no comprendo,

y yo que aún no he escrito todas las cartas que dicen adiós,

que no encajo en este planeta y me he mudado a calle decepción,

y cómo te explico que hay días que aún teniendo todo no soy feliz,

me compro una sonrisa blanca, me visto de rojo, te finjo que sí,

las luces terminan cegando y por dentro va caminando el dolor,

y la tristeza me mece por más que lo intente, quedo grande todo,

y no me permito caer, y no me permito caer.

Un día me dijo un maestro, ya me he convertido en lo que siempre odié,

no pierdas nunca tu faro, que no te envuelvan en sueños de papel,

confío en que con el tiempo tenga más claro dónde quiero estar,

y sepa a quién acercarme y quién me aprecia de verdad,

y yo que a veces deseo ser, quién no quiero ser,

y siento que todo es mentira, que el mundo se mueve por puro interés,

y yo que aún no he escrito todas las cartas que dicen te quiero,

ya no encajo en este planeta y cada poco me muero de miedo,

y cómo te explico que hay días que aún teniendo todo no soy feliz,

me compro una sonrisa blanca, me visto de rojo, te finjo que sí,

las luces terminan cegando y por dentro va caminando el dolor,

y la tristeza me mece por más que lo intente, quedo grande todo,

y no me permito caer, y no me permito caer,

y has de caer para entender,

y has de caer para volver,

y no me permito caer.