El origen de Woodstock: el festival que cambió la historia y que le cerró la puerta a John Lennon
La presencia de Lennon podría haber sido una actuación histórica

John Lennon en 1971 / Michael Putland
En agosto de 1969, en una granja de Bethel, Nueva York, se escribió una de las páginas más icónicas de la historia de la música: Woodstock, el festival que se convirtió en símbolo de paz, amor y contracultura. Lo que comenzó como un evento para unas 50.000 personas terminó reuniendo a más de 400.000 asistentes, marcando un antes y un después en la industria musical y en la sociedad de la época.
El origen de una revolución cultural
Woodstock nació de la idea de cuatro jóvenes emprendedores: Michael Lang, Artie Kornfeld, Joel Rosenman y John Roberts. Su objetivo inicial era abrir un estudio de grabación en Woodstock, una localidad conocida por ser refugio de artistas como Bob Dylan. Para financiarlo, pensaron en organizar un festival que reuniera a los grandes nombres del rock y el folk, lo que no imaginaron es que aquel proyecto se convertiría en el epicentro del movimiento hippie y en un símbolo de la generación que clamaba por paz en plena guerra de Vietnam.
El cartel fue impresionante: Jimi Hendrix, Janis Joplin, The Who, Santana, Jefferson Airplane y muchos más. Durante tres días, del 15 al 18 de agosto, la música se mezcló con mensajes de libertad, protestas contra la guerra y una convivencia que desafió todas las normas sociales. A pesar del caos logístico, la falta de comida y las lluvias torrenciales, Woodstock se consolidó como el festival más legendario de todos los tiempos.
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La puerta que se cerró a John Lennon
Aunque hoy cuesta imaginarlo, John Lennon nunca pisó el escenario de Woodstock. El ex Beatle estaba interesado en participar, pero las circunstancias políticas lo impidieron. En 1969, Lennon vivía en Estados Unidos con Yoko Ono y era una voz activa contra la guerra de Vietnam. Sin embargo, el gobierno estadounidense le negó la entrada al país debido a sus posturas políticas y su activismo. Esta decisión frustró su presencia en el festival, privando a los asistentes de lo que habría sido una actuación histórica.
Lennon no fue el único gran ausente. Bob Dylan, que vivía cerca del lugar, también rechazó la invitación, y otros artistas como The Doors y Led Zeppelin decidieron no formar parte del evento. Aun así, la ausencia de estas figuras no empañó el impacto cultural que Woodstock generó.
El legado que sigue vivo
Más que un festival, Woodstock se convirtió en un manifiesto colectivo. Representó la voz de una generación que buscaba cambiar el mundo a través de la música, la paz y la libertad. Su influencia se extendió a lo largo de las décadas, inspirando otros eventos y consolidando la idea de que la música puede ser un motor de transformación social.
Hoy, más de medio siglo después, Woodstock sigue siendo referencia obligada cuando se habla de festivales. Su espíritu permanece en cada concierto multitudinario y en cada movimiento que defiende la cultura como herramienta de cambio. Y aunque John Lennon nunca pudo estar allí, su mensaje de paz resonó en cada acorde que sonó en aquella granja de Bethel.












