Francia renuncia organizar Eurovisión Junior 2026
Los recortes históricos en France Télévisions obligan al país a ceder la sede del certamen infantil pese a su reciente victoria
Gonzalo Pinillos, representante de España en el Festival de Eurovisión Junior 2025. / RTVE
Francia ha decidido renunciar a organizar Eurovisión Junior 2026 apenas días después de proclamarse vencedora de la edición de 2025 con la joven Lou Deleuze.
La televisión pública del país, France Télévisions, comunicó oficialmente esta decisión tras aprobar un presupuesto para 2026 marcado por una fuerte restricción económica y una reducción de recursos sin precedentes. El ente justificó su renuncia señalando que atraviesan un marco de "recursos extremadamente limitado" y que su prioridad inmediata es restablecer el equilibrio financiero del grupo.
Esta decisión se produce, además, en un contexto delicado para la Unión Europea de Radiodifusión (UER), que continúa enfrentando polémicas como la participación de Israel en el festival de adultos y la caída de algunos países, como España.
Francia, a pesar de haber logrado cuatro victorias en seis años, afirma no poder asumir el coste de organizar el certamen infantil, que ronda los siete millones de euros, debido a un déficit agravado por la inflación, la reducción de inversiones públicas y la necesidad de recortar programación, plantilla e incluso derechos de emisión de eventos deportivos emblemáticos.
¿Por qué Francia no organiza Eurovisión Junior?
France Télévisions explicó en su comunicado que el presupuesto aprobado para 2026 supone un recorte de 65,2 millones de euros respecto al año anterior y más de 200 millones menos frente a la trayectoria prevista en su Contrato de Objetivos y Medios 2024‑2028. El ajuste implica menos producción original, más reposiciones, cancelación de formatos y la posibilidad de desprenderse de derechos deportivos de gran relevancia. Además, se contempla un nuevo recorte de plantilla que afectará a 112 puestos de trabajo a tiempo completo, reflejo de la mayor operación de ahorro en la historia reciente del servicio público audiovisual francés.
¿Qué país acogerá al festival?
El festival infantil vuelve así a plantear un dilema recurrente: qué país se hará cargo de la organización cuando el ganador renuncia. No sería la primera vez que ocurre. Ya en 2023, tras otra victoria francesa, fue España quien asumió de urgencia la edición de 2024 y llevó Eurovisión Junior a Madrid. En esta ocasión, y con la renuncia confirmada, San Marino se ha postulado de manera oficial para albergar la edición de 2026, presentando su candidatura como una oportunidad para reforzar su presencia cultural en Europa. El pequeño Estado asegura disponer de las infraestructuras necesarias y del apoyo institucional imprescindible para afrontar un evento de esta magnitud.
Francia, por su parte, insiste en que la decisión no responde a falta de interés en el festival, sino a una obligación financiera. La cadena pública recuerda que la presión económica que afronta no es nueva: ya renunció a organizar Eurovisión Junior 2024, una edición que finalmente asumió RTVE con un coste superior a 7,3 millones de euros. En ambos casos, la coincidencia entre la victoria de Francia y unas cuentas públicas tensionadas impidió sacar adelante un proyecto que requiere meses de planificación, una inversión tecnológica considerable y una capacidad organizativa que debe quedar garantizada desde el primer momento.
La marcha atrás francesa llega, además, tras un año en el que Eurovisión Junior dejó señales preocupantes para algunos miembros de la UER, entre ellos España, que registró la gala menos vista desde su regreso al certamen en 2021. Las dudas sobre el futuro de la participación de varios países se suman a los problemas financieros de las televisiones públicas europeas, configurando un escenario de incertidumbre en torno al festival infantil. Aunque la organización insiste en que su continuidad no peligra, la renuncia de uno de sus países más competitivos obliga a reabrir debates sobre el modelo de financiación del evento.
Ahora queda por resolver si la UER aceptará la candidatura de San Marino o abrirá un proceso de selección más amplio. En cualquier caso, la edición de 2026 nacerá marcada por esta renuncia, reflejo de las tensiones económicas que atraviesan los medios públicos europeos y del reto que supone mantener un certamen internacional en un contexto de recortes, inflación y crisis presupuestaria generalizada.
En medio de este panorama, Eurovisión Junior deberá reinventarse para seguir siendo un espacio de celebración cultural sin que su organización se convierta en una carga excesiva para los países participantes.
Alba Benito
Periodista porque uso el teclado para algo más...Periodista porque uso el teclado para algo más que jugar a videojuegos. Un día me colé en una fiesta de Miley Cyrus y creo que por eso estoy aquí.