El inesperado cambio de vida de Isabel Pantoja: se marcha de la península y ya tiene nuevo hogar

La tonadillera inicia una vida lejos del foco mediático en Gran Canaria

Isabel Pantoja durante su concierto en el Movistar Arena posando feliz con un vestido blanco. / Mariano Regidor

Isabel Pantoja decide dar un giro drástico e inesperado a su vida personal y profesional al trasladar su residencia fuera de la península. La artista, que llevaba semanas esquivando los rumores sobre su paradero, encuentra en Gran Canaria el refugio ideal para afrontar una etapa marcada por la discreción, la calma y la preparación de su última gran gira. Según desvela El tiempo justo, su nuevo hogar se encuentra en la misma isla donde su sobrina Anabel Pantoja ya había hecho su propio retiro, un entorno que la tonadillera considera ahora perfecto para reenfocar su futuro.

La Razón recoge que Pantoja ya vive en la isla. La intérprete se encuentra instalada en una mansión valorada en alrededor de un millón de euros, situada en un enclave de lujo, muy cerca del mar y a solo doce minutos de la vivienda de Anabel. Allí, acompañada de su hermano Agustín, la cantante ha encontrado la privacidad que tanto anhelaba para reorganizar sus cuentas, cerrar capítulos familiares incómodos y preparar con calma su próxima gira. Se trata de un movimiento calculado, ejecutado con máxima discreción y que confirma su intención de alejarse de los focos sin perder el vínculo con quienes aún considera su apoyo más firme.

Una mudanza que marca un antes y un después

Detrás de esta decisión hay un deseo evidente de distanciarse del ruido mediático y de ciertos conflictos familiares que, en los últimos años, han ensombrecido su trayectoria pública. La ubicación elegida no es casual. Gran Canaria se ha convertido en un punto de equilibrio familiar, especialmente gracias a la presencia de Anabel Pantoja, con quien Isabel mantiene un vínculo cercano. El enclave combina privacidad, seguridad y una calidad de vida acorde a lo que ella busca en esta etapa.

Según la información publicada, la vivienda se encuentra en una zona residencial de alto nivel, bien comunicada y lo suficientemente apartada como para garantizar tranquilidad, pero cerca del Atlántico, lo que aporta esa sensación de retiro sin aislamiento absoluto.

Una vida más serena, a la espera de su despedida artística

Este cambio de rumbo supone también un intento por poner orden en su situación económica, que en los últimos años ha requerido de decisiones firmes y, en ocasiones, dolorosas. Su intención ahora es centrarse únicamente en su música, saldar las cuentas pendientes y vivir sin sobresaltos. En este sentido, Gran Canaria emerge como un refugio estratégico: un lugar donde pasar meses —o incluso más tiempo— mientras su gira toma forma y donde puede organizar con calma cada detalle de su despedida.

Con esta mudanza, Isabel Pantoja busca algo tan sencillo como necesario: paz. No pretende desaparecer, pero sí reducir al mínimo la exposición que tantos quebraderos de cabeza le ha causado. Su nueva vida canaria no es una retirada absoluta, sino un compás de espera hacia su último gran acto artístico. Y, en paralelo, un reencuentro con la normalidad que hace tiempo dejó atrás. Gran Canaria será, al menos por ahora, su hogar, su escondite y el escenario en el que empieza a reconstruir lo que desea que sea su mejor final profesional.

Alba Benito

Periodista porque uso el teclado para algo más...