5 pistas del vestido de Cristina Pedroche
Las pistas que ha ido dejando la presentadora sobre su diseño más complejo hasta la fecha

Cristina Pedroche / Carlos Alvarez
Durante su visita a El Hormiguero, hace unos días, Cristina Pedroche volvió a alimentar la expectación en torno a su vestido para las Campanadas, un ritual mediático que repite desde hace doce años.
En esta ocasión, explicó que el diseño que luciría este 31 de diciembre no solo sería el más complejo de su trayectoria, sino también el que más dudas le había generado. Aunque Trancas bromeó con la idea de que este año quizá pasaría menos frío, ella respondió que el frío es "subjetivo" y evitó confirmarlo, dejando claro que el foco debía ponerse en la creatividad del diseño y no en la temperatura.

Las cinco pistas clave sobre el vestido de Cristina Pedroche
1. El vestido más difícil de su carrera
Pedroche reconoció que este había sido "el año que más le había costado" sacar adelante el diseño. Aunque cada Nochevieja implica meses de preparación, esta vez el reto fue mayor, en "todos" los sentidos.
LOS40
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2. La importancia del número doce
El simbolismo del número doce marcó el enfoque creativo: doce meses, doce uvas, doce campanadas y el duodécimo año consecutivo para ella. Ese número, explicó, tendría un papel esencial en la propuesta final. La presentadora insistió en que este era "el año de romper con todo" y que esa ruptura conceptual estaría presente en la prenda. Esa referencia numérica le añadió una capa narrativa al diseño, creando aún más expectación entre los espectadores.
3. Un diseño completamente natural
A diferencia de otros vestidos anteriores que incluían iluminación o elementos técnicos, Pedroche aseguró que este diseño no llevaría pilas ni energía de ningún tipo. Era una pieza totalmente natural, algo que sorprendió a quienes esperaban una propuesta más tecnológica. Además, advirtió de un inconveniente práctico: era preferible no ir al baño durante la retransmisión porque el vestido no facilitaba esa maniobra. Este detalle reforzaba la idea de que la prenda tenía características muy particulares.
4. Un vestido efímero, no pensado para durar
Cuando Pablo Motos le preguntó si la prenda podría guardarse durante un año, Pedroche prefirió no responder directamente, aunque dejó claro que no estaba concebida para perdurar. Habló de "cierre de un ciclo" y de un final, lo que sugería que su diseño podría ser degradable o destinado a descomponerse. Esa respuesta aumentó la intriga y confirmó que el concepto del vestido iba más allá de lo estético, entrando en lo simbólico y casi ritual.
5. Un look pensado para despistar
Pedroche aseguró que este año llegaba con un look "para despistar" al público. Dijo que venía "de súper princesa por sorpresa" y que traía "un regalo". Enfatizó que "todo son pistas", jugando deliberadamente con la incertidumbre que rodea cada temporada. Además, avanzó que habrá quienes se esperen lo que va a mostrar, y otros que reaccionarán con un "¿cómo ha podido hacerlo?". Esa mezcla entre provocación y misterio se ha convertido ya en un sello de su presencia en las Campanadas.
A pocos días del 31 de diciembre, la expectación crece y más alimentada por sus declaraciones, por el simbolismo del número doce y por la insinuación de que podría tratarse de una de sus últimas apariciones en esta tradición televisiva. Lo que sí quedó claro en su paso por El Hormiguero es que el vestido no era simplemente una prenda, sino un concepto emocional, artístico y profundamente personal que reflejaba un año de cambios y desafíos. El misterio, como siempre, se resolverá en la medianoche del próximo 31.

Alba Benito
Periodista porque uso el teclado para algo más que jugar a videojuegos. Un día me colé en una fiesta...












