Los Secretos, Urrutia, Hombres G y Erentxun reviven sus grandes éxitos de los ochenta
Más de 20.000 personas aclamaron a Jaime Urrutia,Mikel Erentxun, Alvaro Urquijo y Hombre G en Las Ventas.
Con veinte minutos de retraso, y ya con el ruedo de la plaza de toros completamente inundado de un público de todas las edades, el concierto arrancó con Jaime Urrutia. Con la alternancia de canciones de Patente de corso, su primer trabajo en solitario, como Qué barbaridad o Castillos en el aire, Jaime Urrutia estuvo acompañado en el escenario por Enrique Bunbury, que interpretó con él Camino Soria y Vestida para mí, Ariel Rot, y sobre todo, por Loquillo que recogió las ovaciones más entusiastas con Rock'n roll star, de su etapa de Loquillo y los trogloditas.
Alentador podría ser el adjetivo que respondería al balance de un evento después de que el pasado 17 de junio en rueda de prensa algunos de los participantes se quejaran hasta cierto punto de haber sido arrojados al saco del olvido. Todavía quedaba algún reproche encubierto de músicos que se lamentaban de la fama y gloria que obtuvieron en los 80.
La visión de Mikel Erentxun se posicionaba en esta línea en la rueda de prensa pasada. "Quedarse anclado en el pasado sería triste. Lo que pasa en que este país cuando llevas unos años en lugar de ser respetado eres criticado. Paul Weller en Inglaterra es venerado por las siguientes generaciones. A mí hubo unos años en mi carrera en solitario que se me ha obviado, he querido participar en festivales como Benicàssim y me he encontrado con que no se me permitía participar".
Su actuación en LAs Ventas, le sirvió para recuperar la pegada de sus viejos temas y con un público enfervorecido apelando a su clásico Cien Gaviotas con Iván, el solista de la banda viguesa Los piratas, y Diego Vasallo, la otra mitad de Duncan Dhu.
El postre lo pusieron los ritmos acompasados y alicaídos de Los Secretos y la banda de David Summers, Hombres G, que gracias a Sufre mamón y Marta tiene un marcapasos, que pusieron el dorado y final broche a un recital que habló con elocuencia y que recordó, que pese a algunos augurios: el pop español de los ochenta no ha muerto.