Un viaje de Boimorto al cielo
La nueva entrega discográfica de Luz, siendo decididamente diferente a anteriores episodios, suena tan familiar como de costumbre. Con otra mirada propone justamente eso: abordar un repertorio que no es, en esencia, rupturista, pero hacerlo con nuevas armas y perspectivas frescas. Así, la intérprete asimila la estructura convencional de Ni tú ni yoPueden ser tantas cosas ?ambas de la autoría del clásico Manuel Alejandro? para luego asaetarla de bases electrónicas, loops percutivos, sintetizadores y dibujos de teclados. Luego viaja del reposo de Tu perdón ?guiada por un piano y arreglos de cuerdas? a la distorsión de A veces un cielo ?una rumba de El Lichis reciclada en rock puro?, para terminar con Me gustaría que comprendieras, adaptación lujosa del original francés Je Voudrais Tant Que Tu Comprennes (escrita, en tiempos, por el cinematográfico Francis Lai para Mylène Farmer). Sin olvidar Dame un beso, que engaña con su acordeón y sus aires de ranchera para luego evolucionar a un estribillo blues-rock. Aunque, por encima de lo demás, el pecho, la garganta, la voz madura de Luz y un nuevo modo de llegar al mismo fin de siempre: conmover. Rechace imitaciones.












