'Operación Triunfo': Un fenómeno sin precedentes
El año 2002 empezó con un (muy) frío invierno marcado por el protagonismo de un fenómeno social y mediático sin precedentes: Operación Triunfo. Sus diferentes discos, que se fueron sucediendo a velocidad de vértigo, ocuparon el número uno de las listas de ventas de AFYVE prácticamente toda la temporada tanto con su álbum, como con sus discos de singles (galas 9 a 11), así como con las referencias OT canta Disney y Gala Eurovisión, adelantando parte de lo que podría escucharse en Tallín el 25 de mayo. Pero no sólo tuvimos OT durante el invierno del 2002: Shakira contribuía a caldear el ambiente con su Servicio de lavandería y también salieron los nuevos trabajos de dos de las voces femeninas más interesantes del año: Amaral (Estrella de mar) y Amparanoia (Somos viento). Por otro lado, el ex Gabinete Caligari Jaime Urrutia reaparecía a ritmo de ¡Qué barbaridad! con su Patente de Corso, Australian Blonde ?supervivientes del primer indie patrio? lo hacían con Lay it on the line, y El Canto del Loco, quienes se convertirían en una de las revelaciones del año, publicaron A contracorriente.
También recibimos el nuevo trabajo de los Cómplices de Teo Cardalda (A veces), Duncan Dhu (Crepúsculo), Juan Perro (Cantares de vela) y un curioso homenaje a Alaska, versioneada por multitud de artistas.
Los sonidos duros invernales, por su parte, estuvieron representados por Extremoduro que presentó Yo, minoría absoluta con una portada de lo más provocativa, Barricada con ?Bésame...? y Boikot con De espaldas al mundo.
LOS40
LOS40
Una lástima, fue la despedida de Los Enemigos, quienes después de muchos años de carretera nos dejan su fundamental Obras escondidas 1985 ? 2002, a modo de legado. Sus numerosos fans, agradecidos. También Jesús Cifuentes, cantante y cabeza visible de Celtas Cortos, anunciaba su baja en la banda para dedicarse a sus proyectos en solitario (¡suerte!). Como compensación, Carlos Jean y Najwa Nimri deciden reunirse nuevamente para cristalizar la BSO de la película Guerreros, de Daniel Calparsoro.
Las melodías latinas también colaboraron para que no suframos el frío de estas épocas: Jennifer López nos trajo las remezclas de J. To that L.O.! , y La Vieja Trova Santiaguera, a la vez que anuncia su retirada definitiva del mundo de la música, edita El balcón del adiós, al que seguiría una gira por diversos puntos de nuestro país. Por su parte, el puertorriqueño Chayanne colocó su Grandes éxitos en altas posiciones de las listas.
Desde más allá de nuestras fronteras llegaron los discos de Pink (Missundaztood), Alanis Morrisette (Under rug swept), y la B.S.O. de la película Moulin Rouge, que venía cargadita de los ritmos de Fatboy Slim, David Bowie y muchos más. Los Chemical Brothers ofrecieron otra buena dosis de rock electrónico para no parar de bailar con Come with us, al tiempo que Boards of Canada tranquilizaron las mismas aguas electrónicas a golpe de las canciones contenidas en Geogaddi. Por su parte, Joey Ramone nos dejó como legado su póstumo Dont't worry about me, que fue grabado antes de la muerte del que fuera frontman de The Ramones. Desde Francia y con amor llegaron los máximos representantes del house rock galo, Rinôçérôse, con su celebrado Music kills me, y Alizée, con una pegadiza canción, Moi lolita, de su disco Gourmandises.
En el apartado de visitas, estuvieron entre nosotros Michael Nyman, Gotan Project (o el colectivo que recordó la vigencia del tango en el nuevo milenio), Incubus, Bad Religion, unos veteranos Status Quo, Dream Theater, Biohazard, Rinôçérôse, The Walkabouts, The Strokes (una de las grandes esperanzas del rock), Cornershop, el proyecto de fusión jazz-hip hop Us3, Black Rebel Motorcycle Club (la otra esperanza del rock), Slipknot, Ryan Adams, The Cranberries, Weezer (cuyo ?Island in the sun? hemos oído ?y aún seguimos haciéndolo? hasta la saciedad).
