Tradición Duncan Dhu, con gotitas de sonido 100% americano
Ciudades de paso es el quinto disco de Mikel Erentxun en solitario, y también un pequeño ejercicio de equilibrio sin red. Tras la despedida definitiva de Duncan Dhu con Crepúsculo, el cantante vence al vértigo con un repertorio que contiene, en efecto, ráfagas de aquella tradición melódica que hiciera popular al dúo donostiarra. Así, temas como Mañana, En el sur ?acaso un guiño a Simon & Garfunkel? o El club de las horas contadas tienden un puente entre pasado y presente continuo: del Duncan Dhu más clásico a la fragancia americana que ya empapaba la anterior oferta discográfica de Erentxun, Te dejas ver. No te engañes: ni por asomo escucharás en este disco efluvios de Ryan Adams o Wilco, claro, aunque se aprecie cierto sentimiento campestre en el arreglo de alguna que otra pieza. A subrayar el pop guitarrero de Seda o Vasos de Roma y Ginebra, donde Mikel tira de sutileza para sacar adelante una declaración de amor fraguada en la agencia de viajes. Las bases rock también están presentes en Loco de atar ?con un estribillo muy 80s? y Días ?que incluye colaboración de Beto Cuevas, de los chilenos La Ley. Son matices en la producción sencilla y humana diseñada por el especialista Joe Blaney (Keith Richards, Los Rodríguez) con el arquitecto Erentxun. Ciudades de paso suena al tiempo clásico y moderno; es un álbum atemporal y meritorio que gustará a los fans de Mikel y agradará también a sus amigos.