Alejandro Sanz, gran triunfador de la VIII Edición de los Premios de la Música
Una gala solidaria, reivindicativa y a favor de las víctimas del 11-M
Con un halo melancólico y solidario comenzó la VIII edición de los Premios de la Música, y es que los atentados del 11-M todavía están muy recientes en todos los sectores de la sociedad, y el de la música no podía ser menos. Las palabras del Presidente de la Junta Directiva de la Academia, Fernando Bautista, así lo demostraron: "que la tolerancia y el respeto a las diferencias, diversidades y personalidades sirva como homenaje a las víctimas. Hemos de abrir nuestros corazones a la paz y a la solidaridad".
Con esta reivindicación y con la actuación de Enrique Morente haciendo su particular Alegato contra las armas, dio comienzo la gala cuyos fondos recaudados irán destinados a las víctimas y familiares de los atentados de Madrid.
Aunque no estuvo presente por encontrarse en plena gira, Alejandro Sanz hizo notar su presencia, nada más y nada menos que con cuatro galardones, convirtiéndose así en el gran triunfador de la noche, a falta de tres premios para hacer pleno. Sin duda, la gran sorpresa de la velada fueron Bebo & Cigala, que desde ayer pueden colgar en sus vitrinas el Premio al Mejor Album por Lágrimas negras, importante concesión que se le escapó al intérprete de No es lo mismo.
Con diferente estampa se fue a casa Alex Ubago, y su segundo álbum, Fantasía o Realidad, ya que no consiguió ninguno de los cinco premios a los que optaba y se tuvo que confomar con la interpretación a dúo del tema de La Oreja de Van Gogh, Vestido azul junto a Amaia Montero.
Las Niñas, por su parte, desplegaron todo su buen hacer andaluz recogiendo dos de los cinco premios a los que estaban nominadas, Autor Revelación y Artista Revelación por su álbum debut, Ojú. Otros que partían como favoritos y se marcharon con las manos vacías fueron Andy & Lucas, que no consiguieron ninguno de los premios a los que optaban, entre los que se encontraban los de Artista Revelación y Mejor Album. Otra vez será.
El dúo formado por Bebo Valdés y Diego El Cigala también se llevó el reconocimiento de los críticos de la Academia de la Música recogiendo los galardones a Mejor Album de Jazz y Mejor Productor Artístico, éste último correspondiente al director de cine Fernando Trueba, que junto a Javier Limón, se ha encargado de la producción de Lágrimas negras.
En esta edición, la Academia de la Música decidió otorgar un premio especial a la Difusión de la Música, distinción que de manos de Fernando Tejero, Actor Revelación en la pasada ceremonia de los Premios Goya, fue directa para el Mediatic Festival. Todo un maestro radiofónico, Joaquín Luqui se encargó de transmitir el Premio a la Mejor Gira. Un galardón que recayó en La Oreja de Van Gogh, un importante reconocimiento para ellos, ya que es el primero que cuentan en su haber. De esta forma se reconoce toda la trayectoria del grupo donostiarra que empezó su andadura musical en 1998 con la edición del álbum Dile al sol. La Academia ha decidido otorgarles este premio por "el potente directo de la banda y la combinación única de buenas melodías y excelente interpretación que dan como resultado un espectáculo singular".
La cantante brasileña Adriana Calcanhotto recibió el Premio Latino Revelación, todo un reconocimiento que ya ostentan otros artistas latinos como Molotov, Juanes y Gian Marco que fueron reconocidos con el mismo premio en ediciones anteriores de los Premios de la Música. Sin duda, un premio que viene a reconocer su calidad artística dentro de la música latina. El Premio a la Mejor Compañía Discográfica le fue concedido de manos de Ketama, Teo Cardalda (Cómplices) y Pepe Habichuela a Nuevos Medios, proyecto de Mario Pacheco que cuenta entre otros con Enrique Morente o José "El Francés".
Siguiendo con el apartado de reconocientos especiales, César Portillo de La Luz, el Maestro Portillo, tuvo su particular homenaje recibiendo de manos de Amaya Uranga, cantante de Mocedades, el Premio Latino a toda una vida, un galardón que reconoce su aportación a la música, su talento como compositor y la enorme difusión de su obra, capaz de traspasar generaciones con la misma actualidad y la misma calidad. Sus predecesores, Chavela Vargas en 1998 y Armando Manzanero un año después, avalan el importante peso que tiene este premio.
Luis Cobos y Miguel Ríos fueron los encargados de entregar el Premio Latino de Honor a Charly García como reconocimiento a su contribución al crecimiento y a la difusión de la música latina y del rock en español. Se le considera uno de los padres indiscutibles del rock en castellano y con este galardón, el artista argentino se suma a una larga lista de artistas que han sido distinguidos con este galardón y entre los que se cuentan Gloria Estefan, Fito Páez, Francisco Céspedes, Ricky Martín, Pablo Milanés y Caetano Veloso.
Por último, y no por esto menos importante, el Premio de Honor correspondió a Montserrat Caballé, sin duda, todo un reconocimiento a la valía artística y musical de esta intérprete, que fue la encargada de cerrar la VIII edición de los Premios de la Música deleitando a los presentes con el tema Romanza de Rosa.
Para amenizar la gala, se contó con diversas actuaciones, entre las que destacan la de Las Niñas con Kiko Veneno interpretando Ojú en su versión más reivindicativa y solidaria y el toque andaluz de los gaditanos Andy & Lucas con la cantaora Chochi Heredia cantando el tema La llama del amor.
La magnífica dirección de Joan Font se tradujo en una ágil puesta en escena que rememoraba varios juegos infantiles representados en la plaza de un pueblo en fiestas. Como maestros de ceremonias, Raquel Grijalba (actualmente en el musical Cats) y Axier Etxandía (en Cabaret). Ambos demostraron sus sobradas tablas en el escenario armonizando una gala que de por sí resultó entretenida, colorista, solidaria y pacífica.
