Mejor en directo

Alanis no llegaba al encuentro digital y nosotros la seguíamos esperando. La gente de su sello discográfico, Warner Music, aparecía de vez en cuando para decirnos que la canadiense seguía ensayando, que su manager no la dejaba bajarse de las tablas, que querían que todo sonara perfecto. Y, si a la joven no le hubiera dado por tocar la flauta travesera, así habría sido. Al final, la cantante respondió a las preguntas de sus seguidores y, algo más de 60 minutos después, sació las ansias de su directo a los afortunados que pudimos verla.

Acompañada por cinco músicos (dos guitarristas, un bajo, un teclista y un batería) y una armónica, la de Ontario dio comienzo a cerca de hora y media de sus temas en vivo en la que, claro está, dio tiempo a escuchar un poco de todo lo que hasta fecha de hoy ha publicado e, incluso, lo que aún le queda por editar. De hecho, los oyentes de Los 40 Principales fueron los primeros en poder escuchar cinco de los temas inéditos (Eight easy steps, This grudge, Knees of my bees, Out is through y su nuevo sencillo, Everything) que se incluirán en su próximo álbum, So-called chaos, que se pondrá a la venta el próximo 18 de mayo.

Entre sorbo y sorbo de infusiones embotelladas (el secreto de Alanis para conservar su peculiar timbre de voz, según comentó a los internautas) se desarrolló un espectáculo que uno casi no puede imaginar si no lo ha contemplado alguna vez. Ponerte en casa un CD de esta canadiense universal no se disfruta igual que uno de sus shows, donde ella no sólo se deja la garganta, sino que, además, toca varios instrumentos (lo de la flauta se le perdona), baila y enamora con una sencillez poco común entre las divas del panorama musical internacional.

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Entre movimientos compulsivos en los que Alanis demostró que no necesita su ya extinta larga melena para aportar un halo de misticismo a su presencia, descubrimos que las nuevas canciones de la vocalista siguen dando el mismo juego que algunos de los cortes que la alzaran tiempo atrás como baluarte de Maverick y la industria musical. Desde la tranquila This grudge hasta la fuerza y el exotismo de Knees of my bees, su posible próximo single, ninguna de sus nuevas melodías defraudó.

Mención especial, por supuesto, tienen las recreaciones de algunos de sus hits de siempre como Ironic o You oughta know, por ejemplo, en los que basta decir que el público coreó feliz (Morissette de hecho, llegó a decir a sus fans que cantaran solitos el comienzo del segundo tema citado).

Como guinda, el fin del Básico en los bises con Uninvited, tema que fue incluido en la banda sonora de la película City of angels (1998). La película no aportó nada al panorama cinematográfico de aquel año, pero la introducción con piano y voz de anoche dejó un buen sabor de boca.