La frialdad puede dar calor
La música de Avril Lavigne no evoluciona mucho pero avanza con fuerza hacia la madurez plena
A la joven Avril Lavigne hay que reconocerle un mérito más allá de lo musical. Porque hay muchas niñas jóvenes con ganas de comerse el mundo que triunfan con un primer disco, pero a la Lavigne hay que verla de otro modo, porque no todas pueden decir que con un sólo disco, Let go, haya despachado en todo el mundo 15 millones de copias y, lo que es más complicado, estar nominada a ocho premios Grammy y lograr el respeto de la crítica especializada, que no es nada fácil en el caso de una debutante. Ahora habrá que esperar si se repiten los piropos con Under my skin, un segundo trabajo en el que la canadiense ha puesto todo en el asador para demostrar que lo suyo no es flor de un día.
La rockera, que aparece con una imagen algo más gélida pero, contradictoriamente, bastante más atractiva, se ha vuelto a rodear de su anterior equipo de producción, pero ha añadido a algunos colaboradores, como Don Gilmore (Linkin Park, Pearl Jam) o el que sin duda ha dado más que hablar, Ben Moody, un ex Evanescence. En algunos foros de Internet se insinúa abiertamente que el artista dejó el grupo aunque se encontraba en su mejor momento para irse a trabajar con Lavigne. Según dice ella, "es un disco mucho más adulto y desde luego mucho más rock que el primero, inspirado en los cambios de mi vida durante los últimos dos años", comenta.
En el primer single, Don't tell me (no confundir con el temazo de Madonna, cada una en su casa y Dios en la de las dos), Avril Lavigne se muestra de lo más radical con un supuesto pretendiente, al que le dice cosas como ¿creías que iba a dejarlo todo por ti?, ¿en serio creías que era algo que iba a hacer? Desde luego, parece claro que o estás con Avril o, si no lo estás, más vale no tenerla cerca, porque al margen de su rostro serio o su sonrisa, esta chica puede morder.
LOS40
LOS40
El rostro de Avril Lavigne irradia fuerza aunque esté inmóvil delante de un micrófono, y su música es contundente aunque esté realizada con los elementos más elementales de la música. En Under my skin, Avril muestra un rosario de canciones más adultas y, sobre todo, más pensadas que en su anterior trabajo, consciente de que sus temas estarán en el ojo del huracán. Y Don't tell me es buena prueba de ello, escrito por ella junto a Evan Taubenfeld.












