Cher se despide de México en octubre

La presentación del Living Proof.-The farewell Tour en México ciudad viene precedido de un éxito arrollador, tan solo en Estados Unidos más de millón y medio de fans lo han disfrutado. Durante mayo y junio realizó 26 actuaciones en ciudades de Irlanda, Inglaterra, Francia, Alemania, Suiza, Austria, Hungría, Dinamarca, Noruega, Finlandia, Holanda, Bélgica y Rusia. Y antes de cumplir su cita en el DF, tiene pactados más de treinta compromisos en la Unión Americana y Cánada.

No hay ninguna duda de que, aunque sólo fuese por el historial que la avala, la actuación de Cher en el Palacio de los Deportes el 8 de octubre será delirante en una parada de lo que asegura es su gira del adiós. Los boletos están en preventa Banamex del 22 al 25 de julio en las taquillas del Palacio de los Deportes, Mix Up, Discolandia, Liverpool, al teléfono 5325 9000 y en la web www.ticketmaster.com.mx.

Cher ha recorrido un camino muy largo hasta confirmar su puesto en el podio de honor de artistas indiscutibles. Cherilyn Sakistian despuntó musicalmente de la mano de su mentor y posterior marido, Sonny Bono, con el grabó clásicos como I Got You Babe (1965) Un estrella de tal magnitud no iba a ser menos que otras de la época y en 1971 debutó en la televisión con su propia serie de variedades, The Sonny and Cher comedy Tour, en la que ejercía su verdadero status y descubría otros talentos.

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Una vez que finaliza su matrimonio se traslada a Nueva York para ser una actriz competente. Le costó más de una década ser reconocida por algo más que sus grandes éxitos pop de los sesenta. Fue en 1983 cuando se instaló en el podium de las grandes reinas del drama con Silkwood, una película de tinte social dirigida por Mike Nichols que le valió un Globo de Oro por su papel de obrera industrial lesbiana. Dos años después, se hizo ganadora del premio de interpretación del Festival de Cannes por encarnar a una sufrida madre de un niño en Mask.

Posteriormente vino su participación en uno de los grandes éxitos de la década, Las Brujas de Eastwick. Su consagración definitiva como algo más que una figura del firmamento poseedora del secreto de la eterna juventud llegó en 1987 con Hechizo de Luna, una comedia romántica en la que encarnaba a una viuda ítaloamericana. No solo gano el Oscar sino que dejo al mundo boquiabierto con el modelito que eligió para la ceremonia de entrega.

Así dejaba en claro otra de las constantes de su carrera, la falta más absoluta de discreción y prejuicios a la hora de enfrentarse a un estilismo. Una prueba más de esa actitud que roza en la soberbia de quien se siente lo suficientemente hermosa como para resistir hasta el look más imposible. En los siguientes años sus apariciones cinematográficas disminuyeron y destaca su trabajo en largometrajes como Sirenas y Té con Mussolini, esta última bajo la dirección de Franco Zefirelli. Sin embargo esta etapa es la más prodiga en cuestiones musicales. Casi todos sus álbumes tuvieron un buen éxito comercial. En 1989 lanzó Heart of Stone, el éxito fue inmediato. El primer sencillo If I Could turn Back time, certificó la venta de al menos un millón de copias, el mayor éxito de su carrera, de entonces 24 años.

En 1991, es lanzado un nuevo material discográfico Love Hurts con el que consigue un tibio éxito en Norteamérica, no así en Europa con el que llega a ser una de las cantantes más queridas por la audiencia. Cuatro años después gesta It's a man's world un álbum de versiones de Tom Jones, James Brown y Neil Diamond, entre otros, producido por ella misma y uno de los DJs más importantes de la escena: Junior Vasquez.

Aunque se predecía un retiro definitivo, las cosas no fueron así, y Cher a sus 33 años de carrera, despertó gran expectación al mencionar que lanzaría un disco dance. Believe se convirtió en un golpe maestro, utilizó como mejor aliado el glamour y sonidos más identificables como el house. La presentación en Londres fue alucinante gracias a esto se ha mantenido en el candelero hasta la fecha.