El metal de las máscaras sólo aprueba
Tienen cierta gracia (eso sí, la justa) estos Slipknot. Está lo de que son muchos (hasta nueve) y lo de las máscaras, asuntos que dan su juego en las entregadas páginas de las revistas hard. Y está esa violenta propuesta musical que reseca la boca e incita a descargar adrenalinaa todo el que la escucha. Más discutibles son sus pretendidostemas lentos (desde luego no es lo suyo) y la desmesurada duración del disco, más de una hora. Alguiendebería recordar a los músicos que revisasen sus antiguos vinilos, que no pasaban de los 45 minutos. Sin ser un álbum prescindible (ahí está ese contundente sencillo, Duality, sin duda lo mejor del tercer disco de los estadounidenses), sí se intuye cierta apatía. Para que se entienda: por un lado están Metallica y, por otro, bandas como Linkin Park o Slipknot. Unos son los maestros, y los demás se fijan demasiado en ellos.