El rock se baña de soul, pero le falta profundidad
Querían ser famosos y triunfar. Formaron Kara?s Flowers, editaron un disco, y no pasó nada. Después tuvieron la suerte de que el soul se cruzara en su camino al reclutar al guitarrista James Valentine. Ya como Maroon 5, la cosa fue rápida para estos californianos y el éxito aporreó su puerta. Ese suave baño de soul blanquecino es el que personaliza una propuesta que en caso contrario quedaría sepultada entre la de otras muchas bandas de pop rock. Una ruptura sentimental, la del vocalista Adam Levine con su novia, es la base de un disco que adolece de falta de profundidad y de un espíritu que vaya más allá de la natural lamida de heridas que supone para Adam. Un álbum decoroso cuyo This Love podría firmar Elton John. Sin más.












