Vaya con Dios rompe diez años de silencio con 'The promise'
Su nuevo trabajo o mezcla <i>reggae</i>, boleros y blues
Dani Klein, amante de España y propietaria de una casita en la localidad sevillana de Osuna, lo que le permite expresarse perfectamente en español, confiesa que después de estudiar filosofía, ejercer como psicoanalista y viajar por todo el mundo, estaba "aburrida de hacer cosas tan serias y tenía ganas de hacer algo más divertido, no todo tan intelectual".
The Promise, es "una reflexión de la vida de una mujer de 51 años, que vive tranquila" y que se enfrenta, "como una novia o una prometida (The promise) con este nuevo proyecto de grupo, aunque decir esto esté muy cerca de ese sentido romántico de la existencia que tienen los españoles", cuenta la cantante.
El disco revela la inquietud musical de esta artista. Hay reggae como Take heed, se hace acompañar por una orquesta gitana en Je l'aime, je l'aime, canta con la angoleña Bonga el tema Llia, hay blues con Ain't no love in the city y bolero con una versión de La llorona y otra en español, La vida es como una rosa, con aires latinos.
Uno de los responsables del regreso de Klein es el músico y productor, también belga, Jean-Pol Van Ham, al que conoce desde hace tiempo, que "ha sabido mostrarme la parte más divertida de la música, la parte del entretenimiento, yo estaba acostumbrada a grabar en Estados Unidos, rodeada de gente muy seria, y no se puede olvidar uno de que esto lo haces porque te gusta", cuenta.
La cantante, el guitarrista Willy Lambregt y el bajo Dirk Schoufs fundaron en 1986 el trío Vaya con Dios con la idea de hacer lo que más les gustaba que era el soul, blues, rock, música étnica y canción francesa, y debutaron en 1988 con un álbum homónimo con éxitos como Puerto Rico y Just a friend of mine. Continuaron con Night owls, pero Willy decidió abandonar el grupo, y en 1991 Dani y Dirk, que eran pareja hasta el momento, se separaron, y por si fuera poco el bajista murió por su relación con las drogas, por lo que ella siguió con el trío publicando Times flies (1992) y Roots and wings (1995).
Con éxitos como Don't cry for Louie, Nah, nah nah, Heading for a fall y So long ago, Dani tiró la toalla y se dedicó a la familia y amigos, a estudiar y a viajar por México, Senegal Marruecos, Cabo Verde, Cuba e India. Y duarante esos viajes se fraguó este nuevo disco, cuenta la cantante.