Especial
Los Who del siglo XXI
Ebbot Lundberg, vocalista de The Soundtrack Of Our Lifes (TSOOL), se siente cómodo en su teatral representación de mesías iluminado. Sobre todo en noches como la del pasado viernes, cuando en Madrid tiene enfrente a un público totalmente entregado que le sigue todos los juegos y travesuras. Bajo su llamativa toga, ejerció de maestro de ceremonias en uno de los conciertos más esperados de los últimos meses, ya que, tras cancelar dos años consecutivos su participación en el festival Azkena, las expectativas y las ganas del público español se habían multiplicado.
Han pasado ya muchos años desde que Lundberg militara en uno de los emblemas del rock escandinavo de finales de los ocheneta, Union Carbide Productions. Tras la disolución de la banda decidió montar, junto con el guitarrista Bjorn Olsson, TSOOL, donde el rock salvaje y guitarrero heredero de los Stooges, se mezclaba con algunas piezas más psicodélicas e incluso progresivas. Todo bajo un tono y una estética épica que se ha convertido en la seña de identidad del grupo. Origins I es su cuarto disco y muestra a unos TSOOL con un sonido más depurado y donde la melodía es ya igual de importante que los riffs de guitarra.
La banda salió a darlo todo para demostrar que la repercusión que han tenido gracias a el excelente Behind the music (2001), a una gira con Oasis (con quienes comparten algo más que escenarios) y a los piropos de media crítica mundial, es más que merecida. Buenas canciones les sobran y a base de tocar algunos de sus éxitos, como Instant Repeater 99, Sister Surround o 21st century rip off, consiguieron hacer olvidar progresivamente el pésimo sonido de la sala Arena, capaz de tirar por tierra hasta al más perfeccionista de los grupos. Pero al público, volcado desde el primer acorde, no pareció importarle los inconvenientes y jalearon tanto al carismático cantante como a los dos guitarristas, a pesar de que éstos parecían competir por el título a guitar heroes con más tics y poses rockeras por segundo.
A pesar de su condición de plagiadores de riffs y melodías (recuerdan a Turbonegro por el inteligente uso que hacen de canciones ajenas para crear enormes temas propios), la verdad es que TSOOL es lo más cercano que se puede ver hoy en día a los Who, tanto por la calidad de sus composiciones (se dejaron en el tintero dos de sus mejores temas, Nevermore y Mind the gap) como por la intensidad de sus directos. Tras prometer la segunda parte de su nuevo disco para después de Navidad, esperemos que nos vuelvan a visitar pero en mejores condiciones y puedan demostrar que sobre los escenarios llegan a ser igual de impresionantes que en sus grabaciones.