"Nos desnudamos bastante en nuestras canciones"

- Después del éxito masivo de Estrella de mar, ¿sentísteis miedo o presión al enfrentaros a la composición de las nuevas canciones?

Juan: No, porque cuando empiezas a componer una canción, la canción manda. Si la idea te gusta, va hacia delante. Si no, no. Tanto si estás presionado como si no, al final lo que va a mandar es que la letra, la melodía o el riff te gusten. Entonces cuando está naciendo la canción, creo que nada de eso se siente.

Eva: Nosotros nos fabricamos una especie de sitio imaginario, privado, que es la habitación en la que estamos Juan y yo haciendo las canciones, y el ruido y la presión quedan fuera siempre.

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- Coldplay, después del éxito mundial de A rush of a blood to the head, lanza X&Y y reconoce presión e incluso sequía creativa en el proceso de composición. ¿Habéis pasado por algo parecido?

Juan: Sequía creativa no hemos tenido y si la hubiéramos tenido, sencillamente no hubiéramos grabado. En cuanto a la presión, es normal que sientas cierta responsabilidad porque no sabes si lo que estás haciendo le va a gustar a la gente. No somos robots sin sentimientos. Tienes inquietud. Es tan sencillo como que cuando haces un disco, a priori no sabes si va a gustar y es lógico que desconfíes o que te sientas inseguro.

Eva: Lo que buscamos es satisfacer las expectativas que tienes contigo mismo, los retos que te planteas como músico y creador. Confiábamos en que teníamos un puñado de buenas canciones maquetadas, a veces de forma muy básica, y la presión de la compañía venía por el lado de publicar el disco cuanto antes. Entonces nosotros demandamos tiempo para grabar, porque era fundamental que las ideas que teníamos en mente fluyeran con tranquilidad.

- Hicisteis muchísimas canciones. Tantas que barajásteis incluso la posibilidad de hacer un disco doble.

Juan: Es que es un disco doble. Si fuera un vinilo, no entraría en uno solo.

Eva: Nos hizo bastante ilusión cuando nos contaron que para la edición en vinilo había que dividirlo en dos.

- ¿Al final va a salir?

Eva: Sí. Espero que dentro de muy poco.

- ¿Y con ese material sobrante tenéis pensado hacer algo?

Juan: Hoy precisamente en el vuelo hacia aquí he estado escuchando una canción que descartamos y yo creo que esa canción terminará saliendo. Lo que nos ocurre es que nuestras canciones van buscando su sitio, ellas mismas te van diciendo cuándo están listas y cuándo tienen que salir. Es el caso de Noy soy como tú, que la empezamos a escribir hace mucho tiempo, la terminamos hace poco y ya nos pedía salir. Sí que hay muchas ideas que pudimos haber trabajado para este disco, pero las 14 canciones definen muy bien el momento actual del grupo. Hay momentos muy positivos, optimistas, vitalistas e incluso juguetones como Salta, otros más dramáticos y, entre medias, diferentes estados de ánimo.

- ¿Sois de los que os apuntáis al carro de considerar el último disco como lo mejor que habéis hecho?

Juan: Yo creo que el mejor disco será el próximo que hagamos.

Eva: Sinceramente recuerdo los cuatro discos que tenemos con buen rollo porque reflejan los momentos que vivimos. Yo ahora mismo me veo en la obligación de quedarme con este último -se ríe Eva- porque refleja en el momento en el que estoy, y claro, me siento más identificada con lo que soy ahora que con lo que fui.

- En las letras dais cabida al amor, al desamor, los sueños, la amistad, la imaginación... En algunos momentos da la sensación de que os desnudáis y sois vosotros mismos en las canciones.

Eva: Hacemos una especie de exorcismo y haces una canción porque hay algo que te ha pasado, y que necesitas expresarlo de alguna manera y sacarlo de ti.

- Cuando uno exterioriza un sentimiento interior, a veces no es cómodo que los demás lo vean. ¿Hay que poner alguna barrera en algún momento?

Eva: Cuando componemos, creo que no ponemos esa barrera. No nos gusta que la gente sepa de nuestra vida privada y no vamos a programas del corazón. No tenemos ese punto de famoseo petardeo, porque creo que ya nos desnudamos bastante en las canciones como tú dices.

- En Esta madrugada habláis de cómo vivisteis el 11-M. Parece como si la sociedad se hubiera dividido en dos desde aquella fatídica fecha. Ese frentismo político y social, ¿os parece preocupante?

Juan: Yo creo que es una división ficticia que en la calle no existe. Creo que la gente de la calle lo que quiere es ser feliz, vivir en libertad y que nadie se meta en su vida.

Eva: Hay unos señores a los que se les elige y cobran un sueldo por solucionar los problemas del país. Que lo hagan y que nos dejen vivir.

Juan: Eso es, que nos dejen vivir, que cada uno se acueste con quien quiera y viva tranquilo mientras no le falte el respeto a los demás. A mí lo del 11-M me dio sensación de tristeza, no de división.

- Hubo una canción que compusisteis estando cada uno en su habitación del hotel y escuchándoos a través de la pared. ¿Cuál fue?

Juan: Big-bang

Eva: No recuerdo en qué ciudad estábamos. Él tenía una estrofa y yo aporreé la puerta porque le estaba escuchando, y la cabeza me pedía que fuese a darle otros acordes.

- La gira empezó en Salamanca y pasó por Zaragoza, vuestra casa. El público maño no es excesivamente fácil, ¿cómo fue el reencuentro?

Eva: Es curioso. Creo que cuando se lanza un producto nuevo al mercado, se chequea en Zaragoza para ver qué reacción tiene el consumidor de allí. Dicen que si funciona allí, gustará en el resto del país. Es como una prueba de fuego, pero nosotros jugamos con ventaja. Somos de allí y nos quieren mucho.

Juan: Yo creo que siempre hemos sentido calor de la gente, porque fue una de las ciudades que nos descubrió. Siempre nos sentimos muy cómodos en casa. Llevábamos sin tocar desde la gira de Estrella de mar y supongo que había ganas de vernos y de escuchar las nuevas canciones.

- ¿Cómo os planteáis los directos?

Juan: Intentamos respetar el tempo, las melodías y las estructuras de las canciones, porque nos gusta que la gente las reconozca y vea la puesta en escena del disco. Somos muy respetuosos con las cosas que grabamos.

- ¿Os sentís igual de cómodos en recintos grandes que en salas pequeñas?

Juan: Sí. Mientras haya un buen equipo de sonido, una buena acústica y la banda pueda sonar bien, yo creo que se puede estar cómodo y hacer un buen concierto. Lo que importa es que haya público, algo que decir y ganas de tocar. El tamaño del lugar no importa.

- ¿Barajásteis la posibilidad de que Enrique Morente hubiera estado con vosotros en este concierto de Granada?

Juan: Sí. Ocurre que tenía otros compromisos y no ha podido estar.

Eva: Estaba invitado. Esperamos coincidir en algún momento.

- En los tiempos del politono, la publicidad y el marketing, ¿os preocupa la forma en que el público pueda recibir vuestra música?

Juan: A nosotros lo que nos preocupa por encima de todo es que las canciones nos gusten como para grabarlas en un disco. Después intentamos ser coherentes con respecto a lo que hemos grabado y a nuestras propias motivaciones. Hecho esto, fijamos una barrera entre lo que es el grupo y la industria. Si surgen nuevas formas de difundir la música, eso es más responsabilidad de la industria del disco que de nosotros.

Eva: Si llega una propuesta, la tendremos que estudiar para ver si es coherente con nuestra forma de entender la vida y la música. Desde luego una canción de Amaral no va a aparecer en un anuncio de escopetas. Respetamos a quien lo quiera hacer. No me parece algo por lo que defenestrar a un grupo.

- Habéis viajado a México, Argentina y Chile de promoción. ¿Qué expectativas tenéis?

Eva: Todas. La última vez que estuvimos, tocamos en teatros de mediano aforo y la gente se quedaba fuera porque se agotaron las entradas. El siguiente paso será ir a sitios algo más grandes. En Chile, por ejemplo, vamos a tocar en el Festival Viña del Mar.

Juan: En México también salió el disco un poco más tarde que en España y hoy nos han planteado hacer un pequeño hueco en agosto para ir. Así que esos días que iban a ser de vacaciones, lo mismo al final no lo son.

- ¿Encontráis más caliente al público latino que al español?

Eva: Yo creo que es como el público del sur de España. Son muy extrovertidos a la hora de mostrar sus sentimientos.