Especial
Más de 35.000 personas gozaron de la última edición del Metrorock
El festival ofreció su primera edición en el parque Juan Carlos I de Madrid
Artistas españoles de la talla de Los Delinquentes, Bebe, Amparanoia o Muchachito Bombo Infierno pasaron en la jornada del viernes al sábado por el escenario Metrorock, mientras que Sidonie o Elefantes actuaron en el escenario Verde. También hubo grupos extranjeros el primer día, como los británicos Ocean Colour Scene y Zuco 103.
Una gran pradera junto a un lago en el Parque Juan Carlos I sirvió como recinto para el festival, que para 2006, según los organizadores, seguirá creciendo e incidirá más en el carácter internacional. Otro aliciente de esta edición fue la zona 'Goa Madriz me puede', en la que diversos DJ's pincharon música hasta las seis de la madrugada.
Los sevillanos Renochild, uno de los valores en alza del rock 'made in Spain', fueron los encargados de abrir el segundo día en el escenario Metrorock. Desplegaron un amplio abanico rockero con melodías intensas de gran carga emotiva incluidas en su disco Shuttle. Lo malo es que a las 16:15, como ya ocurrió el día anterior, todavía había poco público para disfrutar de la buena música.
El siguiente en desfilar fue el ex Manta Ray, Nacho Vegas, cantautor gijonés que encuentra su inspiración en figuras como Bob Dylan o Leonard Cohen. Su recital fue bien recibido por los presentes, aunque debido al sol que caía muchos no aguantaban en primera línea y optaban por refugiarse en las carpas de los bares, algo alejadas del escenario.
En el escenario Verde, The Garb, banda del ex portero del Atlético de Madrid Germán 'El Mono' Burgos, dio ayer el pistoletazo de salida. Rock'N'Roll con toques de blues y mucha garra dejó sobre el escenario el polifacético futbolista argentino, que este año publicó su cuarto trabajo, Abismos.
A continuación el grupo de hardcore vigués Kannon hizo gala de un contundente directo y demostró que las letras en castellano también existen cuando se trata de música independiente. Repasaron los temas de su trayectoria, incluido el último disco, Intro y, a pesar del calor que caía sobre Madrid hacia las 17:00 horas, los espectadores más valientes disfrutaron con la descarga.
Eran cerca de las 18:15 horas cuando los bilbainos Atom Rhumba llenaron de ritmo y sonidos pegadizos el escenario Metrorock. Su funck rock con tintes de jazz, country y punk, hizo bailar a más de uno. Seguidamente entró en acción el cuarteto valenciano La Habitación Roja, que desplegó su pop-rock indie con estribillos sencillos y resultones.
Por su parte, Sugarless-Planet tomó el relevo en el escenario Verde. Este grupo, que nació en 1994, mezcla funk, hip-hop, hardcore, grunge, acid-jazz o punk con estructuras vanguardistas y originales tratamientos y un claro eco de los 70 en el sonido de sus guitarras y baterías. Tocaron temas de su nuevo disco, Vertigo, y no dejaron indiferentes a los asistentes. Su solista intercala sensibildad y gritos desgarradores con unas letras ácidas de alto contenido crítico contra el sistema.
Hacia las 19:30 horas salieron Intwine, un joven grupo holandés que aprendió el oficio del rock en la peculiar academia de Rock de Países Bajos, el Instituto Tilburg. El caso es que estos aventajados alumnos cabalgan entre el grunge y un sonido latino cercano a Santana. Consiguieron agitar al público, que iba en aumento según avanzaba la tarde.
Luego llegó Savia, la nueva aventura de Carlos Escobedo, ex líder y cantante del popular grupo de hardcore Sôber. Duras y siniestras letras en castellano acompañadas de potentes guitarras son la fórmula del éxito de este artista, que cuenta con muchos seguidores.
Sobre las 20:45 horas cogieron el testigo en el escenario Metrorock The Sunday Drivers, que se califican a sí mismo como un grupo 'emo-pop'. Y a las 22:00 horas pasadas, los donostiarras La Buena Vida pusieron otra nota melancólica. Repasaron los temas de discos como Historia de un verano o
Mientras tanto, en el escenario Verde Def Con Dos recordó viejos tiempos. Sus más fieles seguidores no se quisieron perder la actuación de uno de los grupos pioneros del hip-hop acompañado por guitarreos en España, que saltaron a la fama a principios de los noventa. En 2004 volvieron con Recargando, tras cuatro años fuera de la circulación. La formación encabezada por César Strawberry sacó a relucir todo su talento y logró meterse al público en el bolsillo.
Sus corrosivas canciones no dejan títere con cabeza.
Gran parte del público esperaba la recta final en el escenario Metrorock, primero Morcheeba y luego Beck. Morcheeba es el proyecto chillout de los hermanos británicos Ross y Paul Godfrey. Combinan soul, hip hop y blues, con toques de música country y electrónica.
Presentaron su nuevo álbum, The Antidote, y también repasaron sus temas más conocidos.
La cantante Skye Edwards abandonó la formación, y en su lugar entró Daisy Martey, que aportó una sensual voz y bailes con toques orientales, hipnotizando a más de uno en la agradable noche veraniega.
Por último, al escenario principal llegó Beck. Eran muchos los que aguardaban este momento. La mayoría de los temas que interpretó el estadounidense durante algo menos de hora y media pertenecen a su nuevo LP, Guero. Eso sí, también hubo cabida para clásicos como Looser, New Pollution y Sex Laws.
Además, en una parte del concierto Beck y sus músicos escenificaron una cena imaginaria en la que hicieron música con objetos cotidianos. Finalmente, el artista se despidió en solitario con una 'capella' pandereta en mano.
Rondaban las 23:30 horas cuando Josele Santiago continuó con la línea rockera del escenario Verde. El ex líder y vocalista de Los Enemigos recordó a los presentes, por si alguien lo dudaba, por qué es considerado por la crítica uno de los grandes del rock nacional.
Centró su recital en su primer disco en solitario, Las golondrinas etcétera, que salió al mercado al año pasado.
Con letras y voz profundas, y un sonido de calidad, Josele mantuvo en vilo al público durante toda su emocionante actuación, en la que transitó por diversos estilos pasados por el filtro rockero del músico. Incluso se atrevió con una brillante versión de 'Con las manos vacías', de Chavela Vargas.
Y llegó el fin de fiesta de la mano de Siniestro Total. El grupo de origen vigués, que inició su carrera en 1982, estuvo a la altura de las circunstancias, aunque dejó a sus fans con ganas de más.
Julián Hernández dejó constancia de que es un animal del rock y un verdadero showman, pero Sinietro se quedó corto en su repertorio al no incluir temas estandarte como Ayatolah!, Más vale ser punkie que maricón de playa o Somos Siniestro Total.